Consumo. Los alcohólicos pierden hasta 6 años de cognición. / DIEGO OTERO.
Una investigación realizada a lo largo de 10 años en la que se evaluó el desempeño en razonamiento, memoria y resolución de problemas constató que en los bebedores de mediana edad la cognición empeora seis años antes de lo normal.
Los hombres que beben mucho habitualmente – hasta un litro de cerveza por día–, tienen probabilidades de empezar a sufrir el tipo de lagunas de memoria que normalmente se asocian a la vejez.
Todavía no se ha estudiado a fondo el efecto que tiene el alcohol sobre el cerebro a largo plazo. La mayoría de los estudios se han centrado en personas mayores que generalmente dejaron de beber o redujeron considerablemente el consumo de alcohol.
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El informe de los científicos del University College London publicado en la revista Neurology analiza los hábitos de consumo de alcohol de un grupo numeroso de hombres y mujeres de mediana edad y sus desempeños en tests cognitivos 10 años más tarde. Parece demostrar que beber mucho, al menos en los hombres, genera un deterioro significativo a largo plazo. No hubo en el estudio un número suficiente de mujeres alcohólicas como para que los científicos llegaran a la conclusión de que les ocurría lo mismo.
Los científicos se centraron en más de 5.000 hombres y 2.000 mujeres de entre 45 y 69 años al comienzo del estudio. Sus hábitos de consumo de alcohol fueron evaluados tres veces a lo largo de una década. En las tres oportunidades se les tomaron tests de memoria y funcionamiento ejecutivo (razonamiento, flexibilidad para coordinar tareas y habilidad para resolver problemas).
Los hombres alcohólicos –definidos en el estudio como los que bebían más de 36g de alcohol por día, lo que equivale a unas cuatro unidades y media– comenzaron a sufrir fallos de memoria y deterioro en sus procesos cognitivos entre 18 meses y seis años antes que los que bebían menos. Los bebedores leves y moderados no evidenciaron deterioros.
“Estudios como éste pueden ser importantes para identificar los factores susceptibles de influir en el riesgo de deterioro de la memoria o de enfermedad, aunque con este tipo de investigación es difícil hablar de causa y efecto.
“Las personas que participaron en este estudio no tenían demencia pero el deterioro de la memoria puede ser precursor de demencia y comprender los factores de riesgo respecto de ese deterioro podría ser importante en la prevención del problema.
“Es crucial seguir invirtiendo en investigación si queremos averiguar c ómo mantener nuestros cerebros sanos a medida que envejecemos y evitar enfermedades que causan demencia”.
(c) The Guardian y Clarín
Fuente: clarin.com
