Adrián Dárgelos, el showman más respetado del rock pop latino, habla sobre su relación con Bolivia, sus motivaciones para ser excéntrico y su técnica de escritura
Juan Pablo Rodríguez C. – [email protected]
Ese hombre pequeño que en el escenario se convierte en una bestia extravagante recuerda que cuando actuó en La Paz (2012) quedó muy impresionado por “las dificultades que se tiene por la altura”. “Nunca estuve en una ciudad más alta, igual volvería y me desmayaría porque la pasé muy bien, recorrí la ciudad y descubrí que la gente es muy cálida y la comida es exquisita. Me encanta Bolivia, debería ser un destino turístico mundial”, dice el vocalista de Babasónicos, Adrián Dárgelos, desde Córdoba (Argentina).
Y es que hasta por teléfono Dárgelos tiene la insolencia que se le conoce desde hace 23 años, cuando inició su carrera al frente de una banda que hoy está convertida en un referente del rock-pop continental. “También estuve en Cochabamba en plenas protestas por la guerra del agua. En Santa Cruz solo estuve en el aeropuerto. Me gustaría hacer unos cuantos shows en Bolivia”, añade.
Con un léxico nada corriente, explica que está agradecido por ser sudamericano y haber vivido en esta época de transformaciones. “Me encanta ser un contemporáneo de Evo Morales, me parece un personaje muy positivo, aunque sé que Santa Cruz es una ciudad opositora. Y paro de opinar porque me pueden juzgar con que no conozco la situación interna del país, pero soy un ciudadano que está a favor de la nacionalización de los recursos naturales y la redistribución de la riqueza”, manifiesta y después hace una reflexión sobre la integración latinoamericana y cómo le gustaría que se oficialicen políticas de cooperación.
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Es difícil interrumpir a este artista, que no tiene reparo en llevar plumas o vestirse de monja mientras canta los clásicos ¿Y qué?, Yegua, Microdancing, Irresponsables, Putita, Carismático y Deshoras. “Es por la vergüenza y el hambre”, confiesa. “Hago todo lo que me da vergüenza y no tengo otro motor que el hambre, pero no en el sentido comercial, sino un apetito por una búsqueda artística”.
¿Te gusta meter púa?, le consultamos. “Me gusta que mi obra y mi show provoquen, pero en el sentido de despertar sentidos, me gusta cuando la provocación aporta al arte, no la agitación porque sí”.
Dárgelos siente que su música “ha tenido cierta incidencia en la conducta de la gente”. “Siento que soy un referente del panorama musical”.
Actualmente, en las radios bolivianas las canciones La lanza y Los burócratas del amor, dos temas de Romanticísmico, el undécimo disco de la agrupación ‘desestabilizadora del rock argentino’, tienen los primeros lugares.
Además de los ‘riff’ invasores y los experimentos electrónicos en su sonido, Babasónicos se caracteriza por tener letras muy propias con la firma de Dárgelos. “En realidad me lleva un montón de tiempo escribir, porque tienen mucha rescritura. En un principio no sé de qué se trata, hasta que la canción va desvelando un sentido. Lo que sucede es que en vez de perseguir una idea prestablecida, trato de que las canciones lleguen de la forma más pura”.
Y concluye con cinismo que no hace márquetin de la desgracia social. “Lo que no hago es seguir la agenda de la realidad social, trato de escribir sobre lo que los demás no escriben. No me interesa vender a la gente un relato de la desgracia social, pero la sensibilidad ciudadana está impresa en mi discurso musical”
El escritor de canciones con esencia roquera
1 Dárgelos asegura que Romanticísmico es “de lo mejor” que hicieron. Una placa “más bailable”. Y dice que le sorprende cómo La lanza ‘pegó’ en los adolescentes.
2 Define a Cristina Fernández de Kirchner como “una gran presidenta, con muestras de gran progreso”. “También es verdad que falta mucho, pero había que empezar”, asegura.
3 Sostiene que siempre toma posición sobre temas candentes de la sociedad. “No hay otra banda que cante en el estado en el que lo hace mi grupo”, afirma.
4 Adrián Hugo Rodríguez nació hace 45 años en Lanús (Buenos Aires, Argentina). Hijo de un vendedor de periódicos. Fue mochilero e intentó ser cineasta.
Fuente: www.eldeber.com.bo