“Partido-Estado”, mal crónico en Bolivia


DOS ANALISTAS CUESTIONAN EL MANEJO ESTATAL EN LA CANDIDATURA OFICIALISTA.

imageLos Tiempos

Evo Morales, durante el acto de la entrega de un coliseo en el municipio de Las Carreras (Chuquisaca), ayer. – Abi Agencia.



La imposibilidad de separar los partidos políticos del Estado es un problema que aqueja a Bolivia desde su fundación y que se intensifica en un año en el que el presidente Evo Morales buscará su tercer mandato, coincidieron en señalar los analistas políticos Jorge Lazarte y Carlos Cordero, entrevistados por la agencia Efe.

El uso de recursos públicos con fines privados “es un viejo problema en la cultura política boliviana”, practicado por partidos y funcionarios “desde el nacimiento de la República”, dijo Lazarte, exmagistrado de la Corte Nacional Electoral, hoy Tribunal Supremo Electoral (TSE).

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

“La imposibilidad de diferenciar la esfera pública de la privada, el Estado de los intereses particulares de los partidos, este lastre seguirá pesando”, afirmó.

El problema se reproduce ahora “en mayores magnitudes con el actual Gobierno”, que repite el “vicio que tiene que ver con el ADN histórico del país”, dijo.

El tema cobró fuerza con la prematura campaña electoral iniciada a fines de 2013 por opositores y sobre todo por el Movimiento al Socialismo (MAS).

La polémica surgió por las proclamaciones de Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera como candidatos en actos oficiales del Gobierno que suelen ser transmitidos en vivo por los medios estatales.

Las autoridades atribuyeron sus proclamas “manifestaciones espontáneas” de los seguidores, y el propio Morales dijo que su partido “jamás” utilizó dinero público para movilizar a sus militantes y recordó que en su gestión se eliminó la financiación estatal a los partidos.

Lazarte indicó que la financiación estatal en el mundo nació para democratizar el manejo de recursos entre las fuerzas políticas, pero además “por razones morales, para impedir que los partidos acudan a fuentes de financiamiento dudosas”.

Para el experto, el Gobierno actual “compensa” esa ausencia de la financiación estatal “con el uso directo de los recursos públicos”. “Por ejemplo, los desplazamientos del Presidente, que ya es candidato y que aparece como candidato haciendo uso de los vehículos que no son del MAS, sino del Estado”, mencionó.

El analista Carlos Cordero indicó a Efe que la fusión entre partido y Estado “es propia de los regímenes totalitarios” porque “no existe la competencia, la pluralidad de los partidos, existe un solo partido”.

Según Cordero, en América Latina hubo intentos de “hegemonía de un partido”, pero dentro de sistemas de carácter autoritarios que, si bien pueden tener procedimientos democráticos, tienden a garantizar “el control” de una sola fuerza política.

En Bolivia, esto ya ocurrió entre 1952 y 1964, durante la “revolución” del MNR. Según Cordero, actualmente el país se halla “en una especie de tránsito” y “a mitad de camino” entre la democracia y el autoritarismo.

“Es un sistema plural, pero existe una serie de mecanismos y reglas que permitirían al MAS reproducir el poder con cierta comodidad y tener la hegemonía del poder político”, dijo.