El diálogo se esfuma, Bolivia y Chile afinan su defensa ante La Haya


Bolivia afina su último recurso para tener mar. 135 años después, el tribunal de La Haya es la instancia final para recuperar un puerto con soberanía. Salida por Perú. El proyecto de un puerto en Ilo es posible y los empresarios peruanos buscan $us 900 millones para su habilitación. Se planea vía férrea.

EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia

UN MOMENTO HISTÓRICO. Hace 135 años, Chile invadió Bolivia. En la contienda, el país perdió 120.000 km2 de territorio y 400 km de costas al Pacífico. En 1904 ambos países firmaron el Tratado de Paz y Amistad. Hoy Bolivia reclama salida soberana al mar con una demanda internacional.



imageCobija fue un puerto boliviano en las costas del océano Pacífico, fundado por Simón Bolívar

Hoy Bolivia cumple 135 años sin mar. Una demanda ante La Haya pretende cambiar la historia. Chile, el demandado, pese a las críticas, está dispuesto a ir a ese escenario después que el diálogo no llegó a buen puerto. Así lo anunció la nueva presidenta chilena, Michelle Bachelet, mientras que algunos parlamentarios de ese país plantean que Bolivia levante el proceso en el tribunal internacional y reinicie un diálogo sobre una agenda de 13 puntos en la que Bolivia ya no confía.

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Este 17 de abril, el Gobierno boliviano debe presentar los argumentos de la demanda contra Chile, situación que ha creado expectativa en la opinión pública del país. Para el expresidente de Bolivia, Carlos D. Mesa: “Este es un momento en que hay dos elementos importantes. El primero es el juicio ante el tribunal internacional de La Haya y la pronta presentación de la memoria de Bolivia, y el segundo es el cambio de Gobierno en Chile que plantea un nuevo escenario”.

Es más, el exmandatario ve con buenos ojos la posición asumida por Bachelet de aceptar que el tema marítimo se abordará en La Haya y no en el diálogo bilateral. “Ese es un gran paso, porque una duda podía ser si Chile aceptaba o no la competencia de la Corte Internacional para hacerse cargo del caso. Pero Chile aceptó responder en ese tribunal”, enfatiza.

El vicepresidente Álvaro García Linera calificó el juicio ante La Haya como un “paso inédito, muy importante, que coloca a Bolivia en un sitial diferente al que estábamos décadas atrás”.

Sin embargo, en Chile la mirada no es nada optimista. El senador Hernán Larraín, de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI) y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, considera que las actuales relaciones entre Chile y Bolivia dejan mucho que desear. “La interrupción del Gobierno boliviano al diálogo que se estaba llevando entre ambos países en torno a la agenda de 13 puntos debilitó el esfuerzo que había avanzado. Eso, sumado a la negativa de Bolivia de reanudar relaciones diplomáticas -mientras no vea resuelta su petición marítima-, más la demanda contra Chile, configuran un cuadro muy negativo para países vecinos y hermanos”, declara Larraín en entrevista con EL DEBER.

El senador argumenta por qué Chile no incluirá el tema marítimo en la agenda de diálogo. “Resulta imposible que ahora se vuelva a estudiar este punto, porque alguien puede pensar que Bolivia tenía razón. Chile considera que Bolivia no tiene derecho alguno para alcanzar soberanía marítima en territorio ni en mar chilenos. La demanda boliviana contra Chile es un camino muy agresivo y desprovisto de fundamento jurídico, dice.

Con todos los argumentos

Contrariamente, el secretario general de la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar), Emerson Calderón, aseguró el 14 de febrero que Bolivia tiene todas las pruebas para demostrar que Chile, por sí mismo, se ha obligado a negociar sobre una salida soberana al Pacífico.

Aunque no se conoce con precisión el contenido de la memoria que presentará Bolivia en La Haya, está claro que es una demanda basada en un ‘derecho expectaticio’ que Chile habría ofrecido en varias oportunidades. El país puede argumentar que en 1950 el canciller chileno Horacio Walker generó ese derecho expectaticio en las conversaciones que hubo entre ambos países para otorgar una salida al mar a Bolivia por el norte chileno, o que sucedió lo mismo en el encuentro entre los expresidentes Augusto Pinochet y Hugo Banzer en Charaña, en 1975, y hasta se puede interpretar ese derecho a partir de la agenda de 13 puntos, que incluía el mar en el punto 6, durante la primera gestión de Bachelet.

El diputado chileno Jorge Tarud, del Partido por la Democracia (PPD), apela al presidente Evo Morales, a quien saludó personalmente en su viaje para la posesión de Bachelet, y dice que él tiene la pelota en su cancha para decidir si retira o congela la demanda contra Chile y retoma el diálogo sobre la agenda de 13 puntos, incluyendo el mar.

Según Tarud, el 90% de la opinión pública chilena está en contra de entregar territorio con soberanía y una oferta de esas a favor de Bolivia “le haría perder muchos puntos al Gobierno de turno en Chile”, por lo que cualquier oferta de territorio deberá someterse a un plebiscito.

El expresidente Carlos D. Mesa está convencido de que Bolivia no debe retirar la demanda, porque “el país  ha hecho esfuerzos por más de un siglo para hallar soluciones por el diálogo bilateral y no lo ha conseguido. Sería una ingenuidad asumir que la presidenta Bachelet se abriría a un diálogo con solución definitiva levantando el juicio”.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Betty Tejada, deja claro que Bolivia es un Estado pacífico y que la demanda “no es un capricho”, sino que responde a los 135 años en los que el diálogo no avanzó nada 

LA AGENDA DE 13 PUNTOS 

Una apuesta al diálogo

La agenda de 13 puntos entre Bolivia y Chile se estableció entre el 12 y 14 de julio de 2010 en La Paz, participaron los vicecancilleres de ambos países.

Los puntos a tocar

1. Desarrollo de la confianza mutua.

2. Integración fronteriza.

3. Libre tránsito.

4. Integración física.

5. Complementación económica.

6. Tema marítimo.

7. Silala y recursos hídricos.

8. Instrumentos de lucha contra la pobreza.

9. Seguridad y defensa.

10. Cooperación para control del tráfico ilícito de drogas y productos químicos y precursores.

11. Educación, cienca y tecnología.

12. Culturas.

13. Otros temas.

FRASES DESTACADAS 

“Bolivia no tiene derecho alguno para alcanzar soberanía marítima en territorio ni en mar chilenos. Bolivia cerró las puertas a a ese punto en la agenda”

Hernán Larraín

SENADOR DE CHILE

“Tengo la esperanza de que el Gobierno ni la oposición usen el tema del mar electoralmente. Las discusiones mostrarían que no hay unidad”

Carlos D. Mesa

EXPRESIDENTE DE BOLIVIA

“Según algunos especialistas, nueve de los 20 países más pobres del mundo son naciones sin litoral marítimo”

Armando Porcel

DOCTOR EN ECONOMÍA

UN EXPERTO ADVIERTE DE QUE UN PAÍS SIN SALIDA AL MAR ES SINÓNIMO DE POBREZA

Bolivia, desde el punto de vista del comercio internacional, no es un país mediterráneo, sino ‘sin litoral marítimo’ y esta condición se convierte en una barrera para la exportación e importación, pues afecta sustancialmente el nivel de ingreso y las tasas de crecimiento económico. Así lo advierte Armando Porcel, doctor en Economía y Finanzas y consultor de Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), refiriéndose en particular a los costos de transporte.

“La evidencia empírica recogida por varios estudios indica que los países en desarrollo sin litoral marítimo generalmente se encuentran entre los más pobres del mundo. Según los especialistas, nueve de los 20 países más pobres del mundo tienen esta condición. Las Naciones Unidas señalan que de los 31 países sin litoral marítimo, 16 son clasificados dentro de los menos desarrollados”, dice.

El experto aclara que el caso de Suiza, que no tiene mar pero sí una buena economía, es excepcional porque centra las finanzas internacionales a través de su sistema bancario nacional. En el caso de Paraguay, pese a su crecimiento, todavía es considerado país pobre.

No tener mar implica enfrentar mayores costos de transporte para exportar o importar, solo por depender del transporte terrestre o aéreo, que son más caros que el marítimo, además porque su comercio tiene que atravesar fronteras adicionales, lo cual puede ser costoso. Otra de las dificultades es que pueden tropezar con ‘shocks’ negativos en los países de tránsito.

“Es evidente que Bolivia ha recibido la concesión de puertos: Puerto Rosario en Argentina, Puerto Nueva Palmira en Uruguay e Ilo en Perú, pero en el caso de implementar dichos puertos su costo para preparar muelles es elevadísimo. Quizás si se lograra recibir el puerto por 100 años, todavía sería posible pensar en buscar la inversión”, explica y enfatiza en que la clave está en tener soberanía para poder invertir en algo propio.

Claves 

31

PAÍSES SIN LITORAL MARÍTIMO

Es lo que hay en el mundo, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas. En América del Sur son Bolivia y Paraguay.

ANÁLISIS 

Bachelet solo disfrazó la negativa chilena en una agenda

JAVIER MURILLO – EXCANCILLER

La forma en que Bolivia y Chile han manejado el tema marítimo es un círculo vicioso. Bolivia, como es lógico, ha condicionado la normalización de las relaciones a un proceso serio de negociaciones para la solución del enclaustramiento con soberanía y Chile ha negado sistemáticamente esa posibilidad, por lo cual no ha existido diálogo hacia la convergencia.

El recurso de La Haya es un paso extremo, pero era el camino que faltaba por recorrer. Se ha intentado todo en el pasado: negociaciones directas que no prosperaron por falta de voluntad política por parte de Chile, procedimientos dilatorios y evasivos, entre otros. También se recurrió a instancias multilaterales sin resultados. Hoy se ha recurrido a un órgano jurisdiccional, cuya sentencia esperamos que nos conduzca a un escenario de tratativas directas sobre la base de los compromisos asumidos por Chile a lo largo de la historia, de solucionar nuestro problema mediante la cesión de un territorio al norte de Arica, con plena soberanía.

Con relación a la nueva presidenta de Chile, no hay que esperar ninguna apertura. Tuvo la oportunidad de cambiar el rumbo de las relaciones con Bolivia durante su primera gestión, pero lo que hizo fue disfrazar la negativa chilena en una agenda de 13 puntos que diluyó la fuerza de nuestra demanda marítima al situar en el sexto punto el tema de mar, que siempre debió figurar como número uno. Eso solo sirvió para adormecer la demanda y tratar de mostrar que no existen problemas con Bolivia. Hay que ser claros: el único acercamiento que nos interesa con Chile es que nos ponga otra vez en contacto directo y soberano con el océano Pacífico.