Vacío legal dificulta lucha contra el contrabando de exportación

El contrabando desde Bolivia cambió de dirección y trafica con productos tan sensibles como los alimenticios que son llevados hacia los países vecinos

  • Viceministro anticontrabando

 

No existe una normativa que regule el tránsito de productos alimenticios nacionales en las zonas de seguridad fronteriza, está todavía en proceso de aprobación, dijo Daniel Vargas Carrasco, viceministro de Lucha Contra el Contrabando.



Esta normativa, que aún no se tiene lista, comenzó a ser trabajada desde mayo del año pasado, cuando se presentó un panorama similar en cuanto al contrabando de exportación de alimentos. En ese entonces, el viceministro de Comercio Interno, Grover Lacoa, reconoció que había “vacíos legales”, por lo que una comisión interinstitucional estaba trabajando en “corregir la normativa” y fortalecer la lucha contra este ilícito.

Vargas, de viaje por la frontera sur del país, concedió a Los Tiempos una entrevista telefónica en la que explica el trabajo que realiza en una circunstancia poco habitual como la presente, en la que el contrabando cambió de dirección y trafica con productos tan sensibles como los alimenticios.

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—¿Cómo están saliendo a otros países los productos alimenticios nacionales? 

—Se trata de contrabando hormiga. Hay un tráfico fronterizo, en ferias que hemos compartido siempre desde años atrás entre las ciudades vecinas de Argentina y de Bolivia. Entre Villazón y la Quiaca, Bermejo y Aguas Blancas, Yacuiba y Salvador Mazza.

En Bermejo hemos observado —seguramente debido a la presencia militar— que ha disminuido de manera significativa la salida de productos alimenticios hacia la Argentina.

Ya no está ingresando mercadería de Argentina, porque es muy cara, pero lo que sí estamos controlando es la salida, de Bolivia hacia ese país, de productos agrícolas particularmente.

—¿De qué manera están encarando ustedes su estrategia para luchar contra la exportación no autorizada de alimentos?

—Una de las estrategias que aplicamos es realizar operaciones conjuntas, ya no solamente las Fuerzas Armadas (FFAA). Se han organizado equipos con funcionarios de la Aduana, efectivos militares que conforman el Comando Estratégico de Operaciones de Lucha Contra el Contrabando (COE-LCC).

Las FFAA han activado sus unidades fronterizas de la Décima División, que está acantonada en Tupiza (Potosí), y de la Tercera División, en Villa Montes (Tarija). Ese es un primer elemento de lo que estamos haciendo.

Por otra parte, estamos comprometiendo a otras instituciones que tienen que ver con el tema. En el caso de Bermejo, el día de ayer (martes) tuvimos reunión con las instituciones estatales —Alcaldía, Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria), Aduana, Policía Boliviana e Intendencia—, y también apuntamos a la participación activa de la población: ahí estaban las organizaciones de transportistas, comerciantes, de vecinos.

La federación local de campesinos también ha participado, pues ellos también se verían afectados por esta situación. Los productores de tomate en Bermejo han participado también de una manera activa.

Entonces, encaramos este trabajo involucrando a la población que es parte de esta situación.

—¿Ejecutan controles en Guayaramerín, Cobija y Puerto Suárez?

—Sí. En ese sector, si bien no hay el COE-LCC —que es el brazo operativo de las FFAA en la lucha contra el contrabando—, tenemos grandes unidades que operan con ese propósito, en Puerto Suárez, Cobija y Guayaramerín.

En Guayaramerín, la Armada Boliviana permanentemente hace sus patrullajes por el río Mamoré. Estamos desarrollando acciones para controlar la salida de arroz, particularmente.

—¿Qué hacen con los productos que decomisan?

—Estamos todavía en un proceso de aprobación de una normativa que regule el tránsito de productos nacionales en las zonas de seguridad fronteriza. Hace unas tres semanas hemos decomisado dos camiones con una gran cantidad de huevos, más de 500 maples. ¿Qué hemos hecho? Se decomisa estos camiones y se los lleva, con la participación del Senasag, a Emapa (Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos), o a otro lugar para que la persona que estaba tratando de sacar esa mercadería pueda venderla al precio justo.

En lo que respecta al tomate, arroz o cebolla, que estarían tratando de sacar del país, se va a proceder de esa manera: vender a la población a un precio justo y todo lo que se le recaude devolver al propietario.

Entonces, se está elaborando esa normativa y con seguridad que en los próximos días se va a aprobar y ya vamos a tener un instrumento legal para combatir de manera eficaz este contrabando de exportación.