Las regiones donde se prevé el cultivo de esa especie son las siguientes: en La Paz, Ixiamas, San Buenaventura y Alto Beni; en el Beni, Santa Ana, San Borja, Reyes, Santa Rosa, San Andrés, Loreto, Trinidad, San Ignacio de Moxos, San Javier, San Joaquín y San Ramón.
La Paz. – A través del Programa de Fomento a la Producción de Especies Oleíferas, del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el Gobierno planificó el cultivo de palma aceitera o palma africana, plantación foránea, en 28 municipios de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Pando y Beni, para su posterior producción de biodiésel.
Las regiones donde se prevé el cultivo de esa especie son las siguientes: en La Paz, Ixiamas, San Buenaventura y Alto Beni; en el Beni, Santa Ana, San Borja, Reyes, Santa Rosa, San Andrés, Loreto, Trinidad, San Ignacio de Moxos, San Javier, San Joaquín y San Ramón.
Mientras que, en Pando las regiones elegidas para el cultivo son: Sena, San Lorenzo, Puerto Gonzalo Moreno, Bella Flor, San Pedro, Puerto Rico, Santa Rosa de Abuna, Villa Nueva y Nueva Esperanza; en Cochabamba, Puerto Villarroel, Shinaota, Villa Tunari y Chimoré. Finalmente, en Asención de Guarayos del departamento de Santa Cruz.
La información fue proporcionada por esa cartera de Estado al senador de Comunidad Ciudadana (CC) Fernando Vaca, quién solicitó una Petición de Informe Escrito (PIE) en febrero de 2023, pero esta fue respondida dos meses después.
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Parte del informe que envió el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, municipios donde se planificó la producción de palma aceitera. Foto: ANF
En julio de 2022, mediante el Decreto Supremo 4764, el Gobierno creó el Programa de Fomento a la Producción de Especies Oleíferas con un presupuesto inicial de Bs 402.751.356 para cultivar palma africana destinada a la producción de biodiesel y reducir al menos el 50 % de las importaciones de combustible.
En la respuesta a la pregunta cinco, de las nueve planteadas por el legislador, ese ministerio señala que en 13 municipios se implementaron un total de 20 viveros para la producción de ese arbusto: en La Paz existen cinco viveros, tres en Ixiamas con 96.000 plantines, dos en San Buenaventura con 48.000 cada una; en el Beni existen 10 almácigas, dos en Rurrenabaque con 48.000 plantines cada una; tres en Reyes con 48.000 plantines dos de ellas y una con 24.000, dos en San Borja con 48.000 plantines cada una, uno en trinidad con 48.000 plantines, uno en San Javier y San Andrés con 48.000 plantines cada una.
Entre tanto, en Guarayos en Santa Cruz se implementó un vivero con 48.000 plantines; tres en Cochabamba, uno en Shinaota, Chimore y Puerto Villarroel, respectivamente, cada una tiene 48.000 plantines. Finalmente, una en Bella flor de Pando con una capacidad de 24.000 plantines.
Parte del informe que envió el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, cantidad de viveros y su ubicación. Foto: ANF
Daño ambiental
Una de las conclusiones que definieron los pueblos indígenas que comparten la cuenca Amazónica y que participaron en el Foro Social Panamazónico (FOSPA) 2024, fue rechazar el cultivo de la palma aceitera porque atenta contra sus territorios y causa un impacto ambiental adverso. Además, que se vulneran los derechos de las comunidades afectadas y consideran que no es una solución a la escasez de combustible, en específico al diésel.
“Rechazamos los proyectos de palma africana para biodiesel en Bolivia y en los países amazónicos porque: a) vulneran los derechos de los pueblos indígenas, el campesinado y la población en general, b) benefician sobre todo a empresas privadas, c) no resuelven la escasez de combustibles, y d) tampoco contribuyen a superar la crisis climática”, señala el documento.
Al respecto, el senador Vaca recordó que la palma aceitera es una de las especies que más daño ocasiona al medio ambiente, tomando en cuenta que esta plantación no es nativa del oriente ni de la Amazonía boliviana. Incluso recordó que en Colombia, Asia y países de Centro América se restringió su producciòn.
“La palma africana es una especie que ha sido prácticamente desechada en sus cultivos en Centroamérica, ha tenido muy malas experiencias en Colombia y en el sureste asiático por la devastación del medio ambiente, la contaminación de suelos y degradación. Es decir, estos países están dejando de cultivar la palma aceitera o palma africana, pero resulta que Bolivia encuentra la palma africana como la solución a sus grandes problemas a la importación de combustible”, precisó.
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