Los envíos de dinero desde las economías desarrolladas crecerán un 2,3% durante este año.
POR PABLO DEHEZA
Fuente: La Razón
Las remesas siguen siendo cruciales para la financiación externa, superando la inversión extranjera directa y la asistencia oficial para el desarrollo en diversas economías emergentes.
Después de un periodo de fuerte crecimiento durante 2021-2022, los flujos de remesas registrados oficialmente hacia los países de ingreso mediano bajo (PIMB) se moderaron en 2023, alcanzando un estimado de $us 656.000 millones, según el último Informe sobre Migración y Desarrollo del Banco Mundial, el miércoles. El organismo prevé que los envíos de recursos económicos de este tipo a las economías emergentes repunte nuevamente en 2024.
El Banco Mundial espera que las remesas a los países de ingreso mediano bajo crezcan a un ritmo más rápido del 2,3% en 2024, aunque este crecimiento será desigual entre regiones. Los posibles riesgos a la baja para estas proyecciones incluyen un crecimiento económico más débil de lo esperado en las economías más desarrolladas que acogen a migrantes y la volatilidad de los precios del petróleo y los tipos de cambio de las divisas.
Fuente: La Razón