Hay inestabilidad de precios en el sector informal ante un dólar paralelo volátil

Los productos de contrabando suben y bajan ante la especulación del dólar, pese a ello productos como el tabaco y las bebidas alcohólicas singuen llegando a las urbes

Ernesto Estremadoiro Flores.

Foto: Jorge Gutiérrez
Foto: Jorge Gutiérrez

 

Fuente: El Deber



La incertidumbre reina en Bolivia. El incremento del dólar paralelo hasta en Bs 10, ha hecho que incluso el comercio informal se vea afectado. Si el contrabando también se ve afectado por esta situación que se agudizó tras el fallido asalto militar, los precios de bebidas, tabaco y alimentos cómo la harina y la leche en polvo suben y bajan de un día a otro.

Esta montaña rusa de precios pone en apuros a los comerciantes, que antes de la incertidumbre cambiaria boliviana, lidiaban con la devaluación del dólar blue en Argentina, de donde procede la mayoría de productos de contrabando que ingresan a Bolivia.

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No obstante, desde el sector industrial aseguran que pese a estos factores el contrabando sigue ingresando al país porque detrás está el crimen organizado.

Pero según el Banco Central de Bolivia (BCB) el tipo de cambio se mantiene estable a Bs 6,86 para la venta y Bs 6,96 para la compra.

“En materia cambiaria, el programa establece un tipo de cambio claramente determinado desde hace muchos años, y no se tiene previsto cambiar. Y no hemos ni siquiera pensado en hacer algún tipo de modificación”, aseguró Edwin Rojas, presidente del BCB a medios estatales. Pero un recorrido realizado por EL DEBER comprobó que la divisa en el mercado paralelo se cotiza entre Bs 9,20, 9,50 y hasta Bs 10, siendo esta última cotización la que usan los comerciantes informales para comprar su mercadería.

De acuerdo a datos de la Cámara Nacional de Industria (CNI) el contrabando genera de forma anual una pérdida para el Estado de hasta $us 3.300 millones, lo que representa un 85% del Producto Interno Bruto (PIB).

Se calcula que la afectación económica a Latinoamérica corresponde a un 3% del PIB regional, mientras que el promedio del empleo, que genera la informalidad, llega al 50% en el continente.

 “Hay incertidumbre”

En plena mancha urbana de Santa Cruz de la Sierra la venta de productos de contrabando es normal. En la zona de La Ramada, entre primer y segundo anillo, de esta ciudad el comercio fluye, tabaco, alcohol, bebidas, productos de limpieza, harina, leche en polvo y hasta golosinas se venden sin ningún tipo de restricción.

La actividad informal no es ajena a la actual coyuntura. Muchos productos que son adquiridos en la frontera con Argentina se han encarecido de una semana a otra, a raíz de la escasez del dólar.

“Hay mucha incertidumbre, no se sabe cómo estará el dólar. Allá (en Yacuiba) todo está caro. No sabemos que va a pasar”, explicó un comerciante a EL DEBER.

Por ejemplo, productos como la leche en polvo en dos semanas fluctuó entre los Bs 500, Bs 580 y hasta Bs 620 la caja de 12 unidades de 370 gramos.

Otros artículos siguieron esta tendencia. Es el caso de la harina: el paquete de 10 unidades de un kilo está fluctuando entre Bs 50 y Bs 60. Lo mismo pasa con bienes de limpieza como el detergente.

El pack (con 10 unidades) ronda entre Bs 190 y Bs 220, la lavandina fluctúa entre Bs 65 y Bs 73.

“Los precios van variando de una semana a otra y tenemos que ajustarnos o traer menos mercadería”, explicaron desde un garaje en donde se venden bebidas, cigarros y alimentos.

Bebidas y tabaco

Esta fluctuación también afecta a productos como el tabaco y las bebidas alcohólicas, que son los que más abundan en los mercados de la frontera y las urbes del eje central del país.

La jaba de tabaco, que llega de Paraguay, tuvo una variación del 12,6% en menos de un mes, según los comerciantes consultados; es decir, pasó de Bs 1.800 hasta Bs 2.020 en los mercados.

Entre las marcas de cigarros internados de forma ilegal están Hills y 10/20, que hasta 2023 copaban alrededor del 30% del mercado con productos sin timbres de importación, ni otro registro que avale su calidad.

Ahora, el mercado está inundado por 50 marcas que ingresan de forma ilegal. Las ciudades de Santa Cruz, La Paz y El Alto, son donde se concentra la mayor cantidad de estos productos.

Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), enfatizó que pese a la fluctuación de los precios en el mercado informal, aspectos como la evasión de sueldos, impuestos y aranceles permite a los contrabandistas adaptarse y mantenerse competitivos pese a los vaivenes, que provoca la falta de dólares.

Camacho explicó que, en países como Argentina y Perú, se está observando un fenómeno inverso donde los productos bolivianos están siendo sacados ilegalmente hacia estos países, lo que afecta las ventas formales y el mercado interno. Mencionó el caso de una empresa multinacional que notó un aumento del 35% en sus ventas en El Alto, mientras que, en Perú, sus ventas disminuyeron en el mismo porcentaje, señal de que el producto boliviano sale de contrabando.

Comparó la estructura del contrabando con la del narcotráfico, calificándolo como crimen organizado debido a su relación con el lavado de dinero y otros delitos. Según Camacho, hay una permisibilidad en los gobiernos que facilita estas actividades ilícitas, permitiendo que grandes volúmenes de productos salgan de zonas francas con documentos de venta que no corresponden a comerciantes formales.

Resaltó la necesidad de una mayor coordinación entre los países afectados para luchar contra el contrabando. Añade que la falta de intercambio de información entre los entes encargados y la lentitud burocrática dificultan la lucha efectiva contra estas actividades delictivas.

Entre las propuestas de Camacho está que los municipios tengan un rol más activo en la lucha contra el contrabando.

“Hemos propuesto la incorporación de los gobiernos municipales (en la lucha contra el contrabando). Una vez que el contrabando pasa la frontera, no hay ente que tenga la competencia”, dijo el industrial.

La presidente de la Aduana Nacional de Bolivia, Katia Serrudo, explicó la importancia de que los gobiernos municipales se involucren más en la lucha contra el contrabando. “Es crucial que no se otorguen licencias de funcionamiento a comercios que venden productos sin importación legal, ya que esto perjudica gravemente a los sectores productivos,” dijo.

Según la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC) estudios realizados por expertos de cinco países de la región, Bolivia es un paso casi obligatorio de varias rutas del contrabando. Ocupa el puesto 22 del ranking realizado por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado, y cuenta con un crecimiento más acelerado de crimen organizado.

Fuente: El Deber