El gabinete de Biden confía en que su diagnóstico de COVID-19 no le impedirá reunirse con Netanyahu

 

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Fuente: infobae.com

El gabinete del presidente estadounidense, Joe Biden, confió este jueves en que el diagnóstico de COVID-19 que recibió el mandatario la víspera no le impedirá reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu la semana entrante.

“Tenemos todas las expectativas de que los dos líderes tengan la oportunidad de verse cuando Netanyahu esté en la ciudad”, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, que evitó, no obstante, decir “cómo será exactamente” ya que “su salud y recuperación” son la prioridad en estos momentos.

El mandatario israelí estará en Washington en los próximos días en el marco de su participación, el miércoles 24, en una sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso, en la que brindará un discurso sobre su visión “para defender la democracia, combatir el terrorismo y establecer una paz justa y duradera en la región”, anunciaron los líderes parlamentarios Mike Johnson y Mitch McConnell.

Aprovechando el evento, Netanyahu organizó un encuentro con Biden -que según trascendió estaba previsto para este lunes– y otro con la vicepresidente, Kamala Harris.

Sin embargo, la víspera Kevin O’Connor, médico de la Casa Blanca, informó que el demócrata había dado positivo para COVID-19, lo que lo obligó a cancelar sus actividades -incluso sus actos de campaña, como el que tenía planeado en el estado clave de Nevada- y aislarse en su residencia de Delaware.

“El Presidente sigue experimentando síntomas leves de las vías respiratorias superiores, asociados a su reciente infección (…) No tiene fiebre y sus signos vitales permanecen normales”, se lee en el último parte médico mientras que, este miércoles, el propio Biden confirmó que se siente “bien”.

De producirse, la reunión entre los mandatarios tendrá lugar en un momento en el que Israel y Estados Unidos están nuevamente inmersos en rondas de negociaciones junto a Qatar, Egipto y Hamas por una tregua que permita la liberación de los rehenes y el ingreso de ayuda humanitaria en Gaza, entre otras.

El pasado 3 de julio, el grupo terrorista entregó a los mediadores una respuesta actualizada a la enviada semanas atrás, tras la presentación de un plan por parte de Estados Unidos, que contaba con el apoyo de Tel Aviv. La noticia despertó gran expectativa en las familias de los secuestrados, que reclaman cada semana el regreso a casa de sus seres queridos.

Biden celebró ese “gran avance” y aseguró que “hay una apertura significativa” de ambos bandos. Asimismo, aseguró que las modificaciones exigidas por el grupo palestino “hacen avanzar el proceso y podrían proporcionar la base necesaria para concluir un acuerdo” aunque sumó que eso “no significa que el pacto se concluya en los próximos días”.

Desde entonces, miembros de todas las delegaciones han mantenido reuniones y han continuado con los diálogos en Doha aunque, según fuentes cercanas, aún no se consiguió un consenso sobre algunos aspectos clave como los mecanismos a emplear para poner fin a los combates, el número de prisioneros y rehenes a ser intercambiados y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza.

En tanto, el Ejército sigue avanzando en diversas zonas del enclave palestino, especialmente en Rafah, al sur. Inclusive, el propio Netanyahu visitó en las últimas horas a los oficiales de la Brigada desplegada allí y les agradeció su trabajo por erradicar al enemigo.

“Su acción aquí, sobre y bajo tierra, es fundamental para la seguridad de Israel (…) Su presión militar contra Hamas ayuda a negociar un acuerdo sobre los secuestrados, y nuestra posesión y control del eje de Filadelfia y el cruce de Rafah son esenciales para la continuación de la guerra”, les dijo.