[Foto: Leonardo Gil – UNITEL] / Ocho jóvenes continúan en audiencia cautelar
Diez personas fueron puestas ante un juez cautelar este sábado por el asesinato del joven taxista, José Carlo Orellana, sin embargo, el proceso se dividió en dos, debido a que entre los acusados había dos menores de edad.
Tras unas horas de audiencia, un juez del menor decidió enviar a los dos adolescentes de 17 años al centro de rehabilitación para jóvenes ‘Cenvicruz’ por el lapso de 180 días.
El caso se investiga por los delitos de asesinato y robo agravado. Todos los aprehendidos fueron trasladados hasta las instalaciones del Palacio de Justicia cerca de las 14:00 horas en patrullas policiales que tuvieron que ingresar por el subsuelo del edificio.
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Por su parte, los otros ocho jóvenes que están siendo juzgados por la muerte de la víctima de 27 años, pasadas las 21:00 horas de este sábado, continuaban en su audiencia.
Se conoce que la defensa de los aprehendidos se encontraba interponiendo algunos recursos para poder solicitar la libertad de sus clientes, sin embargo, desde el Ministerio Público habían adelantado que existía suficientes indicios que evidenciaban la responsabilidad de los mismos en este crimen.
En horas de la tarde se registró algunos incidentes entre familiares de la víctima y allegados de los acusados, quienes se gritaron mutuamente provocando incluso amagues de enfrentamientos.
Sobre caso:
José Carlo Orellana desapareció el pasado sábado cuando salió a trabajar con su vehículo como taxista, por lo que su familia reportó el hecho ante la Policía.
Su vehículo fue encontrado el día martes, mientras que un día después (miércoles) finalmente fue hallado el cuerpo sin vida de este joven de 27 años, el cual mostraba evidentes signos de violencia.
El comandante departamental de la Policía Boliviana, Erick Holguín, confirmó que la víctima murió por dos disparos de arma de fuego.
Los implicados fueron aprehendidos durante varios operativos en diferentes zonas de la ciudad de Santa Cruz e incluso dos fueron capturados cuando intentaban escapar en un bus hasta Oruro.