El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, afirmó que el bloqueo en Tambo Quemado, frontera con Chile, que protagoniza el transporte pesado en demanda del abastecimiento de combustible y dólares, “es un ataque, el inicio de un golpe de Estado” contra el gobierno de Luis Arce.
eju.tv /Video: Tele Estrella
Yola Layme
Santa Cruz.- Informó que el miércoles emprendió viaje a Chile, pero en el sector de Tambo Quemado se vio obstaculizado por una movilidad de alto tonelaje de propiedad de Jorge Gutiérrez Callisaya, presidente de la Cámara Departamental de Transporte de Oruro, y otras 15 personas. “Está obstaculizando el tránsito, hay más de tres kilómetros de vehículos retenidos, más de 200 cisternas retenidas”, dijo Montaño.
Según el ministro este hecho “es un ataque y el inicio de un golpe de Estado” porque son los mismos personajes que en 2019 se movilizaron, y ahora utilizan el tema de la falta de gasolina y diésel como un pretexto para generar molestia en la población, porque al impedir el paso de las cisternas a Arica, Chile, está evitado el normal abastecimiento.
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“Dicen ellos, los de la Cámara Boliviana de Transporte, que necesitan diésel y gasolina, y estamos yendo a traer, transportar diésel y gasolina, y no permiten que vayan las cisternas a Arica, Chile, por tanto, estamos viendo las mismas acciones de quienes nos dieron golpe de Estado en 2019 con la señora Jeanine Añez”, señaló Montaño, quien agregó que es la misma Cámara de Transporte que ahora está pidiendo la cabeza de ministros y el acortamiento de mandato.
Consultado si intervendrán con fuerzas del orden el bloqueo, el ministro señaló que “nosotros siempre somos un gobierno del diálogo” y por ello continúan esperando a los dirigentes para entablar las negociaciones para levantar el bloqueo. “Hemos esperado al compañero Lucio Gómez y no se apareció, ahora ya no contesta su número de teléfono, qué estará haciendo, ¿estarán alineándose a los golpistas? ¿compañero lucio está haciendo favor a la derecha?”, expresó.
Asimismo, la autoridad informó que por el bloqueo indefinido del transporte pesado y el paro de 24 horas se generó una pérdida de más de 6.8 millones de bolivianos solo de la recaudación de Vías Bolivia, dinero que es destinado para el manteniendo de las carreteras, un 30% a las gobernaciones y 17% para el pago de planillas de salarios.