El reporte se da en un contexto en el que el agro viene arrastrando pérdidas desde la pasada campaña de verano debido a la sequía y se ve afectado por las fallas en el abastecimiento de diésel.
El agro se ha visto golpeado por diferentes factores en los últimos meses (Foto referencial)
Fuente: Unitel
La exportación de soya cayó un 70,3% y sus derivados un 31,8% al primer semestre de este año en términos de valor, comparado con el mismo periodo de tiempo de la gestión anterior, de acuerdo con el reporte de comercio exterior del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En lo que respecta a semillas y habas de soya, los envíos al exterior alcanzaron los $us 44,1 millones entre enero y junio de este año, a diferencia de los $us 148,5 millones registrados en el primer semestre de 2023, por lo que la caída significa una reducción del 70,3%
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Mientras que los productos derivados de soya cayeron de $us 738,7 millones (anotados en el primer semestre del año pasado) a $us 503,7 millones, los cuales corresponden de enero a junio de 2024, de acuerdo con el reporte del INE.
El reporte se da en un contexto en el que el agro viene arrastrando pérdidas desde la pasada campaña de verano debido a la sequía y se ve afectado por las fallas en el abastecimiento de diésel.
De acuerdo con la información reflejada por la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la sequía en Bolivia causó una pérdida de más 800.000 toneladas de soya, correspondientes a la campaña de verano 2023 – 2024
Mientras que la siembra de soya que estaba avanzando actualmente en el norte se ha visto interrumpida por las fallas en el abastecimiento de diésel, por lo que los productores vienen advirtiendo que esto puede traer consecuencias más adelante, porque no van a haber los excedentes para exportar aceite, harina y otros derivados de la soya que implica traer divisas para el país.
Según el presidente de la Cámara de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), Jorge Amantegui, la caída en la producción del grano implica menos materia prima para producir los subproductos, y eso complica principalmente al tema de las exportaciones, lo que es muy perjudicial no solo para el sector, sino también para el Estado, porque son divisas que dejan de entrar al país.
Desde la Caniob estiman que el sector dejará de percibir al menos $us 600 millones por la disminución de excedentes exportables en la presente gestión a consecuencia de la sequía.
Además, el agro debe enfrentar otras problemáticas que ya vienen siendo advertidas en diferentes escenarios, como el encarecimiento de insumos y la falta de seguridad jurídica que se refleja con la proliferación de avasallamientos en zonas de carácter productivo, según los productores.