Comprender las raíces genéticas y neurológicas de la adicción es clave para superar la lucha profundamente personal y desafiante que muchos enfrentan. 2 genes juegan un papel importante.
La adicción afecta a personas de diferentes orígenes y edades; no discrimina. A pesar del daño que causa a la salud, las relaciones y el trabajo, cambiar puede ser una lucha agotadora.
Rose, de 39 años, ha luchado con las dietas yo-yo durante décadas. Es una mujer atractiva y extremadamente motivada, casada, con dos hijos y que dirige un próspero negocio de medios. A pesar de sus logros externos, Rose tenía heridas profundas y sin sanar de una infancia traumática que erosionaron su confianza en su apariencia. Se concentraba obsesivamente en “arreglar” su apariencia y eso la estaba agotando, hasta que probó un nuevo enfoque de salud personalizado.
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Cuando era niña, Rose consumía diariamente alimentos altamente procesados para aliviar su dolor emocional. Al final de su adolescencia, consumía marihuana y bebía alcohol todos los fines de semana para «relajarse y descansar». De adulta, sus vicios evolucionaron hasta consumir cocaína con amigos en fiestas. No pudo detener la espiral de sus decisiones dañinas e impulsivas, que afectaron aún más la forma de su cuerpo, su estado de ánimo y su sueño. Durante años, trató de ignorar el problema y evitó buscar ayuda profesional hasta que las cosas tocaron fondo en su matrimonio.
Desafortunadamente, la historia de Rose es demasiado común.
Según la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (NSDUH) más reciente, 48,7 millones de personas en todo Estados Unidos luchan contra el abuso de sustancias. Las adicciones pueden adoptar diferentes formas con una amplia gama de gravedad. Las sustancias que pueden provocar dependencia pueden incluir no sólo las drogas yel alcohol, sino también la fama, el poder que se jerce sobre una población, formas socialmente aceptables, como los azúcares que se encuentran en los alimentos ultraprocesados, CocaCola.
La tentación está en todas partes en nuestro mundo moderno, aunque se necesita mucho más que nuestra exposición ambiental para poner a alguien en riesgo.
Las investigaciones indican que una combinación de factores contribuye al desarrollo de tendencias adictivas. La vulnerabilidad genética, el estado de salud actual y los antecedentes familiares desempeñan papeles cruciales cuando las personas están expuestas a sustancias altamente adictivas.
Adicción: una enfermedad cerebral
Las adicciones son crónicas y progresivas, lo que significa que no desaparecen por sí solas y el impacto suele empeorar con el tiempo, lo que puede ser mortal si no se trata.
La adicción es una enfermedad cerebral que afecta los niveles de neurotransmisores, influyendo en el estado de ánimo y el comportamiento. Las investigaciones muestran que es una condición compleja en la que se estima que los factores genéticos tienen una influencia del 40 al 60 por ciento.
A menudo se pasa por alto que las predisposiciones genéticas pueden hacernos más susceptibles a las sustancias adictivas, permitiéndoles controlar nuestra mente y nuestro cuerpo más fácilmente.
En un cerebro adicto, hay cambios en la actividad, la bioquímica y varios circuitos cerebrales que afectan las vías que involucran la recompensa, la respuesta al estrés y el autocontrol.
Durante su búsqueda en línea de una solución, Rose descubrió que los rasgos de una “personalidad adictiva” están relacionados con la genética y la dopamina, un neurotransmisor. Decidió hacerse una prueba de DNA para obtener información sobre sus genes únicos, un campo científico llamado genómica del estilo de vida, con la esperanza de que la ayudara a liberarse del ciclo dañino en el que se encontraba.
Los resultados de su prueba de DNA confirmaron que tenía múltiples variantes genéticas que influyen en su riesgo de adicción, específicamente, los genes DRD2 y MAO-A, ampliamente investigados.
Genes prioritarios vinculados a la adicción
No existe un solo gen que impulse la adicción, aunque existen vías genéticas específicas que afectan de manera más significativa a neurotransmisores clave en nuestro cerebro.
DRD2: el gen del receptor de dopamina
Una variación en el gen DRD2 da como resultado una cantidad reducida de receptores de dopamina en el cerebro, lo que afecta la sensibilidad de la vía de recompensa/gratificación del cerebro y está fuertemente asociado con tendencias adictivas.
En un cerebro sano, la cantidad adecuada de dopamina nos mantiene motivados, concentrados y motivados para alcanzar nuestras metas. Impulsa nuestro impulso para buscar la felicidad a través de acciones que promuevan la reproducción y la supervivencia (e.g. el sexo y la comida).
Como dijo el médico suizo Paracelso hace 500 años: “La dosis correcta diferencia un veneno de un remedio”. Los efectos nocivos de una sustancia dependen de la cantidad que se ingiere y de su impacto en los niveles de dopamina que inundan el cerebro en un tiempo específico.
Algunas sustancias y actividades tienen un efecto de alteración de la mente mucho más significativo.
Esta lista muestra el aumento porcentual en los niveles de dopamina por encima del valor inicial causado por diferentes sustancias, lo que indica sus diferentes efectos en el sistema de recompensa/gratificaciòn del cerebro.
Se han demostrado aumentos de dopamina en estudios en humanos o animales de la siguiente manera:
Azúcar (sacarosa): 90 por ciento a 150 por ciento
Nicotina: 150 por ciento a 200 por ciento
Alcohol: 200 por ciento a 300 por ciento
Cocaína: 350 por ciento
Anfetamina: 1.000 por ciento
Los aumentos excesivos de dopamina desestabilizan las señales cerebrales, lo que genera estados de ánimo y sentimientos impulsivos como ansiedad, depresión e irritabilidad y una mala toma de decisiones cuando los niveles bajan más tarde( ver más abajo sobre esto).
MAO-A: Resiliencia del estado de ánimo y el estrés
Un gen MAO-A de funcionamiento lento conduce a niveles más bajos de la enzima monoaminooxidasa A, lo que puede causar una acumulación de neurotransmisores como serotonina, dopamina y norepinefrina. Las variaciones afectan el estado de ánimo y, combinadas con otras influencias, como la falta de apoyo social, pueden obstaculizar los resultados de la adicción.
Una manera elocuente de ilustrar la adicción y fácil de recordar y enseñar a sus hijos, familia, amistades, etc es la siguiente: normalmente cuando experimentamos una situación de recompensa/gratificante ( éxito en un negocio, ganar un partido de futball, que te acepten en la universidad que soñaste,comer chocolate,sexo, etc,etc,) se activa en el cerebro el circuito del bienestar/placer pero al término del estímulo que lo activó se apaga y vuelve a una situación inicial. El mismo circuito de recompensa/gratificante se activa también con fama, poder sobre otros, alcohol, tabaco, comidas, cocaina, marihuana, anfetamina, heroina, fentanilo,etc,etc.
Cada uno de estos estímulos causará una duración de la activaciòn del circuito gratificante diferente dependiendo de la cantidad de dopamina secretada, el tiempo de su presencia y la inhibición de los mecanismos fisiológicos que normalmente controlan la actividad de la dopamina primordialmente (otros neurotransmisores también pueden participar, pero la dopamina es el principal para el efecto recompensa/gratificante/premio). A mayor poder de estimular la secreción dopamina y a mayor frecuencia del uso del estimulante, mayor será la activación permanente del circuito cerebral de recompensa/gratificación. Esto ocasiona que el circuito cerebral de recompensa/gratificación esté permanentemente activo y requiera del consumo frecuente/constante de la sustancia adictiva. El no consumirla crea o dá lugar al síndrome de abstinencia, cuyas manifestaciones desagradables para la persona adicta hacen que evite a toda costa este tipo de experiencias y busque a cómo dé lugar consumir su(s) producto(s) adictivo. Esto cierra un círculo vicioso que es tremendamente difícil de controlar.
A manera de ejemplo ilustrativo, imaginemos que al tener una experiencia satisfactoria/exitosa se abre un pasaje bello y de fácil transitar, y al finalizar el estímulo/sensación/experiencia, el camino (circuito de recompensa/gratificación en el cerebro) desaparece, hasta que haya una nueva experiencia de recompensa/gratificante/éxitosa, que hace aparecer el bello pasaje y al término de la experiencia, el camino desaparece otra vez . En el cerebro de la persona adicta ,lo que ocurre es que al consumir el producto adictivo persistentemente, el circuito cerebral de la gratificación deja de ser un pasaje y se convierte en una carretera superhighway establecida y permanente, ya no sujeta a ninguna regulación inhibitoria, por lo que el circiuto de recompensa/gratificación está activado todo el tiempo y obliga al sujeto a consumir más y más del producto de adicción, ya que está también el terror de sufrir los síntomas del síndrome de abstinencia.
La permanencia/persistencia de la actividad de la carretera superhighway depende del poder de la sustancia de consumo y de su frecuencia y cronicidad de consumo. Por ejemplo, entre las drogas la escala de poder adictivo iría así: marihuana, cocaina, anfetaminas, heroina,fentanilo. Las carreteras generadas por la cocaina,anfetaminas,heroina y fentanilo son habitualmente permanentes, de ahí que muy pocos adictos a estas drogas pueden rehabilitarse y dejar de consumir. Por eso es que las personas que han dejado de ser adictos , siempre dicen que llevo tantos días y horas sin consumir, nunca dicen estoy curado, porque aprenden y saben que el riesgo de volver a consumir siempre está ahí latente( la carretera ya no es superhighway pero es carretera permanente).
Por todo lo anterior, es mucho mejor esforzarse y realizar fuertes campañas de prevención a nivel personal, familiar y poblacional para evitar a toda costa el inicio del consumo. Primero, se puede determinar los genes DdR2 y MAO-A en su genoma para ver que tan proclive genéticamente se es a las adicciones. Segundo , explicar la adicción con el ejemplo de arriba del bello pasaje y la carretera superhighway!. De igual modo, entender que pueden empezar con productos leves marihuana, alcohol, tabaco, benzodiazepinas(neuryl), comida/gula, poder sobre otros, fama y acompañar o controlar con el consumo de otro de ellos, para luego pasar al consumo de las de peso pesado :cocaina, anfetamina, heroina y fentanilo.
Then, superhighway!