El presidente lanzó el desafío del referéndum para ordenar la política, pero se cuestiona el procedimiento elegido al margen de la CPE. La oposición se esconde en el tema de la subvención al combustible
Fuente: El País.bo
En una semana de aniversario Patrio en la que se anunciaron medidas de fondo como el diálogo sobre el tipo de cambio y un referéndum con tres preguntas de lo más jugosas – subvención, distribución de escaños y reelección – la nota más leída ha sido la de la caída de Evo Morales. Una caída de golpe, literal, por las escaleras. Así más o menos está la cosa.
El presidente Luis Arce necesitaba dar un giro profundo a su situación política. El discurso del 6 de agosto empezó tedioso y repetitivo, deleitándose en datos y proyectitos intrascendentes hasta que mentó la bicha. O las bicas. Primero la gasolina premium, luego el tipo de cambio, luego los criptoactivos, luego la libre exportación, luego la subvención, luego los escaños y al final, testear la opinión sobre la subvención a los combustibles de la que tanto se habla en términos teóricos y tan poco con la calculadora en la mano.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Arce dispuso que los tres últimos temas se trataran en referéndum y el resto en una cumbre con banqueros y empresarios (y seguramente movimientos sociales que lo sostengan). Había algunas dudas sobre el procedimiento por aquello de que cambiar los escaños y modificar cualquier asunto respecto a la reelección son reformas parciales de la Constitución y por ende, la propia Constitución dice como hacer. Había dudas hasta que apareció Iván Lima, claro. El Ministro de Justicia no tardó en dejar en claro que el plan era utilizar a los autoprorrogados del Tribunal Constitucional Plurinacional para sortear la salvaguarda de la Constitución a la hora de convocar la consulta. No es la primera vez que el Ministro logra que el TCP declare inconstitucional la Constitución. Tal vez apelen al derecho humano de consultar para sortear lo que con seguridad iba a ser el enésimo choque en la Asamblea Plurinacional, donde solo el MAS de Evo y lo que queda de las bancadas de Comunidad Ciudadana y Creemos tienen capacidad para sumar mayoría.
Toma de posiciones
Es probable que finalmente haya consulta fundamentalmente porque Arce ha tomado el recaudo de anunciarla ligada a la elección judicial, que es la única elección que tiene sentido para la oposición – porque con las bancadas divididas se garantizan listas plurales – y también para Evo Morales, porque espera un nuevo Tribunal que no vete su candidatura, pues el actual ya ha adelantado criterio l respecto.
Así que por si acaso la batalla se acaba dando, unos y otros van sondeando criterios para ver cómo se acomodan.
Por ejemplo, sobre la consulta de la continuidad de la subvención a los combustibles, la inmensa mayoría de la oposición – muchos de los cuales llevan meses hablando en foros privados sobre la necesidad de eliminarla – no dicen sí o no, sino que Arce «elude su responsabilidad”. Incluso Carlos Mesa, convocante del penúltimo referéndum de este tipo por temas similares se ha sumado al argumento de la falta de responsabilidad. En el círculo de Arce defienden la legitimidad de la consulta precisamente porque la democracia no es votar cada cinco años sino ser partícipe de decisiones clave y ciertamente, demasiados puestos de trabajo dependen de esa subvención.
Los otros dos temas son más complejos y, además, topan con el requisito de la constitucionalidad. El tema de la representación parlamentaria obviamente ha unido a los cruceños, que aspiran a tener una representación mayor en el legislativo luego de que se conozcan los datos del Censo. No hay redacción de pregunta, pero se sospecha que el planteamiento será subir a todos los departamentos para seguir neutralizando la influencia del oriente. Los diputados de oposición camba critican, los del occidente callan, pero se supone en todo caso que es el punto destinado a transar y abuenarse.
El tercer punto echa fuego y hasta que no se conozca la redacción concreta, todo es prospectivo. La Constitución habla de una sola reelección consecutiva, lo que siempre se ha entendido como que era posible tomar un descanso obligado de cinco años y volver a postular. La sentencia 1010 del TC emitida en diciembre de 2023, unos días antes de que acabaran su mandato y se autoprorrogaran con la venia del Gobierno, pretendía eliminar esa opción – otra operación encubierta con el sello inconfundible de Lima – pero apenas nadie le ha dado credibilidad.
La pregunta debe aclarar el modo de reelección, pero también debería consultar si hay que eliminar cualquier reelección, lo que puede dejar a Arce y a Evo fuera de la cita de 2025. Destruir el sistema es una de las claves de movilización, así que la posibilidad de abrir una crisis institucional en el país va tomando forma. En parte, y eso también hay que tenerlo en cuenta, el agotamiento popular por la situación política es más que evidente y puede quebrar por cualquier lugar.
La semana opositora: Más resurrecciones
La suspensión de las primarias, acordado, aunque aún no ejecutado, ha dado pie a que sigan apareciendo nuevas fuerzas políticas con afán de “unidad”. En las dos últimas semanas han resucitado formalmente Acción Democrática Nacional (ADN), que tiene en Tarija uno de sus grandes bastiones, y también la Falange Socialista de Bolivia (FSB), de Otto Ritter. Probablemente unos y otros solo reclaman espacio en una futura lista “de unidad”, sin embargo, precisamente por la multiplicación de actores, cada vez se ve más improbable.
De momento tampoco la arremetida gubernamental en el tema económico parece haber servido para limar asperezas, pues son pocos los que se atreven a defender sin rodeos el fin de la subvención a los hidrocarburos.
Fuente: El País.bo