El falso «aliado»: las esquirlas del escándalo de Alberto Fernández en el movimiento feminista

El Gobierno de Javier Milei intenta usar el escándalo para denostar las políticas de género en Argentina.
El falso "aliado": las esquirlas del escándalo de Alberto Fernández en el movimiento feminista

Fuente: https://actualidad.rt.com

La denuncia por violencia de género que la exprimera dama, Fabiola Yáñez, interpuso en contra del expresidente de Argentina, Alberto Fernández, derrumbó la imagen de «aliado feminista» que el dirigente peronista supo construir durante su Gobierno, y que lo diferenció de otros líderes latinoamericanos.

Durante su gestión, Fernández creó el primer Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que ha tenido el país suramericano, además de que impulsó la legalización del aborto y el cupo laboral trans.



El exmandatario, que se asumió feminista, también usaba el lenguaje inclusivo y, en una de sus frases más controvertidas, llegó a presumir que había terminado con el patriarcado.

Aparentemente, nunca antes el movimiento de mujeres de Argentina había contado con tanto apoyo por parte de un presidente. En las calles y en las instituciones, los feminismos de Argentina se fortalecieron y se colocaron a la vanguardia de este movimiento a escala global.

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Sin embargo, las políticas de género de Fernández comenzaron a ser fuertemente cuestionadas el año pasado, ya que algunos sectores peronistas denunciaron que habían sido uno de los factores centrales para que perdieran las elecciones presidenciales frente a Javier Milei, un político que denosta por completo las luchas feministas.

De acuerdo con esta crítica, que todavía se debate al interior del peronismo, las luchas de las mujeres no eran «tan importantes» y alejaron votantes.

Las feministas aclararon que el Gobierno perdió no por los derechos obtenidos, sino por el fracaso de la política económica que llevó a cabo Fernández y que incrementó la pobreza, la inflación, la deuda y la devaluación.

Ya fuera del poder, al presidente que terminó su gestión con un balance negativo del 80 %, apenas si le quedaban como legados su supuesta honestidad y su compromiso con los feminismos.