La declaración de la ex primera dama fue hecha vía Zoom este martes desde el Consulado argentino en Madrid, la ciudad en la que reside junto a Francisco, su hijo de dos años y medio.
Fuente: https://www.elmundo.es
Fabiola Yáñez, primera dama argentina hasta diciembre del año pasado, denunció que el ex presidente Alberto Fernández se daba al alcohol y se juntaba con amigos que fumaban marihuana, además de amenazar con quitarle a su hijo.
Yáñez, que denunció a Fernández por reiteradas palizas y haberla forzado a un aborto, dijo durante las cuatro horas de declaración de este martes que la violencia del entonces jefe de Estado la llevó a consumir alcohol y marihuana, según coinciden en señalar los medios argentinos.
«Él tomaba -bebía- y se juntaba con sus amigos hippies que fumaban marihuana», añadió.
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La declaración de Yáñez fue hecha vía Zoom desde el Consulado argentino en Madrid, la ciudad en la que reside junto a Francisco, su hijo de dos años y medio.
Yáñez y Fernández, que ya convivían, se comprometieron en mayo de 2016 en París. «Al tiempo me quedé embarazada. La alegría y la sorpresa de mi parte era inmensa, hasta que se lo conté a él», dijo Yáñez.
Yañez explicó que «en ese momento, nuevamente apareció su desprecio y rechazo«. Y relató la respuesta que le dio Fernández, por entonces su novio. «Respecto de nuestro hijo por nacer, me dijo ‘esto no puede pasar, estoy en shock'», afirmó.
Según detalló Yáñez este martes, en los últimos tiempos Fernández la amenazó en reiteradas ocasiones con quitarle a Francisco, al que «no volvería a ver nunca más«.
«Tengo miedo de que me pase algo, porque con quién se va a quedar él», dijo en referencia al niño.
Los argentinos están boquiabiertos desde la semana pasado, cuando comenzaron a conocerse las denuncias de violencia de género, videos que merodean lo sexual y filtraciones de todo tipo que instalaron la sensación de que en la residencia oficial del presidente peronista sucedían cosas muy lejos de lo normal.
Las fotos muestran a Yáñez con golpes en la cara y los brazos. La ex primera dama dio una entrevista en la que asegura haber sufrido vejámenes de todo tipo en la Quinta de Olivos, la residencia presidencial ubicada unos pocos kilómetros al norte de Buenos Aires.
Fernández niega los hechos y asegura ser victima de una conspiración.