Incendio forestal: San Matías vive un infierno que parece no tener fin

Hace 59 días el fuego avanza y consume todo a su paso. Pampas y bosques quedaron en cenizas tras ser arrasados por los incendios

Iván Najaya
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[Foto: UNITEL] / Incendio en San Matías.

Fuente: Unitel

San Matías vive un infierno que parece no tener fin. El fuego arrasa con todo a su paso y ya ha quemado cerca de un millón de hectáreas, y ya catalogan el incendio como el peor de su historia. Son 59 días en los cuales pampas, pantanos y bosques están quedando en cenizas.

El fuego afecta a la flora y a la fauna, dejando desolación y una sensación de impotencia entre los bomberos y voluntarios que combaten el fuego. Hasta el momento ya ardió la cuarta parte del municipio fronterizo.



Ese mismo fuego cruzó el límite desde Brasil y destruyó una parte del territorio boliviano, dejando en cenizas un sector del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado San Matías.

El mapa de la provincia Ángel Sandoval muestra la mancha roja que se extiende con el paso de los días como si fuese una enfermedad. Bomberos y voluntarios con palas, mochilas, matafuegos y mucha valentía se encuentran trabajando buscando apagar todos puntos críticos de incendio.

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Incendio en San Matías.
Incendio en San Matías.

Comunidades se han visto afectadas, las llamas se expandieron hasta las viviendas y han dejado sin un lugar donde vivir a varias familias, que ahora lloran una dura realidad.

“Vino un huracán muy fuerte y ese lo elevó, que nadie pudo detener ese fuego y mire lo que ha sucedido que hemos perdido nuestras casitas”, dijo entre lágrimas una mujer que su casa se quemó por completo en una comunidad cercana al municipio de San Matías.

Helicóptero en los trabajos de mitigación de incendios.
Helicóptero en los trabajos de mitigación de incendios.

El fuego es incontrolable, los más de 50 bomberos luchan contra los incendios, mientras reciben la ayudada de un helicóptero que arroja agua desde el aire en las zonas críticas. Las autoridades, que están realizando un trabajo en conjunto, reconocen que los esfuerzos no alcanzan y no se le puede hacer frente a los incendios.

Los habitantes esperan despertar de la pesadilla y que el fuego sea sofocado por una lluvia, pese a que no hay probabilidades de precipitaciones, según reportes de instituciones vinculadas con el clima.