Gobernador admite crisis de seguridad «inédita» en Santiago de Chile

Para Claudio Orrego, las medidas implementadas por el Gobierno carecen de «metas, plazos e indicadores específicos».

Fuente: https://actualidad.rt.com

El gobernador de la Región Metropolitana de Santiago de Chile, Claudio Orrego, reconoció que, durante los últimos 2 años, la capital ha estado inmersa en «una crisis de seguridad inédita» debido al incremento de los homicidios y los delitos perpetrados con armas de fuego.

«Nosotros, desde el Gobierno de Santiago, hemos postulado que estamos viviendo una crisis de seguridad inédita en esta ciudad; hemos tenido un récord de homicidios. Si bien puede que en algunos otros lugares del país puede que haya bajado, la verdad es que el año pasado y este año, los homicidios han aumentado en Santiago y también los hechos de violencia con arma de fuego», refirió el gobernante capitalino el 20 de agosto en una entrevista televisiva.



Apuntó que si bien se ha mostrado crítico con la primera versión del programa ‘Calles sin violencia’, lanzado por el Ejecutivo para reducir los delitos y no considerar las particularidades territoriales de la urbe, celebró el despliegue de 909 carabineros adicionales, anunciado la semana previa, aunque matizó sus palabras, al deslizar que aún era «pronto» para valorar su eficacia.

«La crisis de seguridad de Santiago es inédita en nuestra historia y que, de verdad, no podemos acostumbrarnos a ver cómo matan gente en la calle, es algo que yo he afirmado hace mucho tiempo. Es algo que merece al menos una terapia de shock», recalcó.

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Medidas terapéuticas

Orrego consideró que, aunque la orientación de las políticas públicas es correcta, se acusa la ausencia de «metas, de plazos y de indicadores específicos» que permitan evaluar su funcionamiento.

Chile

En cuanto al financiamiento, señaló que la oficina de impuestos internos y el Servicio Nacional de Aduanas podrían aportar recursos para financiar los planes, que hoy corren por cuenta de los gobiernos municipales, escasamente equipados para «combatir y prevenir el delito«, a lo que sumó la «reingeniería completa al sistema de control de armas», que, en su opinión, debe pasar del Ejército a la Policía o al Ministerio del Interior.

En la misma línea cuestionó el escaso rol que se le ha otorgado a las Fuerzas Armadas de Chile en la atención de la crisis, aunque esta instancia dispone de «equipamiento, tecnología, inteligencia personal». Tras esto señaló la necesidad de actualizar el «sistema carcelario».

«El que controla la cárcel, es el que controla la calle. Hoy día, el tipo de criminales que estamos deteniendo, es de tal nivel de violencia, de organización y de poder económico que necesitamos también una cárcel de alta seguridad y un sistema penitenciario duro, como el italiano», alegó.