Jurista advierte que tortura y tratos crueles en el sistema judicial son más en el aspecto psicológico

Los casos de múltiples procesos penales se registran sobre todo contra opositores políticos o considerados como tal por el gobierno, como ocurrió con José María Bákovic, Roger Pinto, Jorge Quiroga, entre otros.

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La Paz, 22 de agosto de 2024 (ANF).- El abogado Milton Mendoza aseveró que los tratos crueles e inhumanos ahora se aplican de manera más disimulada mediante afectación psicológica, y ya no tanto de manera física, como ocurre actualmente con el sistema de justicia que abre múltiples casos penales o traslada a personas y los lleva lejos de sus lugares de arraigo para que sean procesados.



“Como estamos en regímenes democráticos y además con la publicidad que tienen estos actos, con las redes sociales y el Internet, se han disimulado, son tratos crueles e inhumanos, pero ya desde un aspecto totalmente psicológico, hay por ejemplo la apertura de una infinidad de procesos como el caso del señor Marco Antonio Aramayo, 250 procesos, que obviamente eso abruma a cualquier persona”, dijo el jurista consultado por ANF.

Los casos de múltiples procesos penales se registran sobre todo contra opositores políticos o considerados como tal por el gobierno, como ocurrió con José María Bákovic, Roger Pinto, Jorge Quiroga, entre otros, como se evidencia en el reportaje “El MAS utiliza métodos dictatoriales para castigar a opositores políticos”.

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Indicó que en segundo lugar están los cambios de jurisdicción o de penales, con lo que se busca vulnerar la estabilidad emocional, psicológica y familiar del detenido.

“No es lo mismo estar detenido cerca a la familia o cerca al abogado o cerca al proceso que le permita cierta seguridad, a que esté detenido en un confín, donde no tenga absolutamente certeza de nada de lo que sucede, y lo que se supone es que un detenido preventivo o un procesado conozca perfectamente todo lo que está pasando, entonces, es un contrasentido que afecta por supuesto a la psicología”, indicó.

Otra forma de tortura y tratos crueles, agregó, es la retardación de justicia que mantiene en incertidumbre al procesado y a toda la familia y representa un fuerte impacto a la salud mental de las personas. La retardación de justicia la sufre en general toda la población penitenciaria.

“El diseño de nuestro sistema judicial es que la justicia sea pronta y oportuna, porque justicia que tarda no es justicia por mucho que llegue a resolver nuestros problemas, ese es el defecto de la justicia boliviana y creo que de muchas de las justicias latinoamericanas”, expresó.

Mendoza indicó que este problema trató de ser resuelto por el nuevo Código de Procedimiento Penal, pero “en el fondo seguimos con una retardación marcada de justicia”.

“Para aquellos que están siendo procesados, el interés es que se resuelva el caso, si es culpable, pues, que tenga una sentencia condenatoria e ingrese a un sistema progresivo que le permita resocializarse o si es inocente, que sea absuelto, porque los plazos están previstos en la ley”, remarcó.

El jurista indicó que en estos casos la ley no es la que falla porque prevé los plazos, dijo que las fallas son humanas y en definitiva el sistema, “el sistema hace que todo se demore, que todo se retarde, no hay una buena administración de causas, entonces, todo ese sistema hace que exista retardación de justicia y por supuesto eso contribuye también a que ese procesamiento sea considerado como un trato cruel o inhumano”.