El plan sincronizado de Lima para «detener» a Evo

El plan es intrincadísimo, pero es exactamente lo que Lima ha diseñado: un referéndum político en el que los bolivianos digan si quieren permitir que Evo vuelva en algún momento a ser presidente o no

El plan sincronizado de Lima para "detener" a Evo
Iván Lima en conferencia de prensa

 

Fuente: El País.bo



Esta vez hay que reconocerle al ministro Iván Lima que ha pensado mejor la estrategia e incluso más o menos sincronizado los plazos, eso sí, el resultado es mucho más incierto. El objetivo es básicamente el mismo que en diciembre: encontrar un mecanismo legal que deje fuera de la carrera electoral al expresidente Evo Morales.

Entonces le fallaron los plazos y la sentencia salió unos días antes de que acabara el plazo de mandato de los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional, cuando ya habían decidido auto prorrogarse convirtiendo al gobierno en su más firme defensor. La sentencia emitida, sin embargo, era una lágrima, pues aprovechando una acción interpuesta por un candidato a magistrado, los vocales divagaban para citar como argumento la jurisprudencia de la CIDH contra el “derecho humano a la reelección” señalando entonces que la reelección era inviable. Lima rápidamente puso el foco sobre eso y sus medios lo multiplicaron, pero no sostuvo el análisis más pausado que indicaba que aquello no era más que un comentario en una sentencia.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Lima quedó expuesto y tocado y la guerra en el MAS se hizo aún más evidente: el gobierno no pretendía arrebatarle el control del partido a Evo, sino directamente inhabilitarle. Los Congresos paralelos tampoco tuvieron validez, el TSE siguió reconociendo a Morales como dueño de la sigla y ante el temor de quedar eliminado en una elección interna, el ministerio de la Presidencia impulsó el diálogo para suspender las Primarias, algo que el conjunto de la oposición compró de inmediato, probablemente por el mismo motivo.

El ministro de Justicia pidió una nueva oportunidad para planear un método que elimine a Morales antes de ir a las urnas, pues en el análisis DAFO sigue saliendo como tremenda amenaza que Morales gane la interna, pues se da por hecho que sin la sigla MAS unificada, no hay ninguna posibilidad.

¿Y si gana el sí?

La nueva estrategia también tiene el sello inconfundible de Lima, tan proclive a la tarascada, pero la puesta en escena espectacular le permite seguir llevando la iniciativa: fue el presidente Luis Arce en el acto más solemne de todos, el discurso del 6 de agosto, el que anunció la realización de un referéndum incluyendo cuatro preguntas con el fin de anticiparse y cerrar varios debates en el país además del de la posible candidatura de Evo Morales.

El hito procedimental más complejo está a punto de ser superado: Lima divagó sobre una de esas consultas abstractas de inconstitucionalidad que casualmente se le había ocurrido a un diputado hace unos meses para aclarar cómo se convocaba un referéndum, pero una vez más les pisaron los plazos, así que se lio la manta a la cabeza y apostó todo a la convocatoria por decreto para hacer coincidir con las judiciales el 1 de diciembre. Es ahora o nunca.

Lima presentó las preguntas e “informó” a los tribunales involucrados, el electoral y el Constitucional, de los plazos que tenían que cumplir para no arruinar nada. El más difícil era justamente el Electoral, que ha respondido en tiempo récord. El informe es feo, pero técnico, y según Lima no requiere que el TSE revise la subsanación sobre sus observaciones, por lo que el lunes estarán las nuevas preguntas, que son incógnita, en el despacho de sus vocales del Constitucional.

El TSE parece haber caído en todas las trampas tendidas por Lima, pues en su informe solo observa por no atenerse al procedimiento constitucional la pregunta 4, la del reparto de curules, que rápidamente Lima la ha eliminado porque al parecer, ese era nomás su cometido. Sobre la 2 y la 3, que son la misma pero diferenciando diésel de gasolina, el TSE dice que es tendenciosa, mal redactada y orientada al sí al describir con adjetivos una situación que desde luego no es objetiva como el efecto de la subvención en la economía nacional. No se sabe cómo la reformulará.

La gran “victoria” de Lima es la pregunta 1, que como no identifica el artículo 168 que es el que se está pretendiendo modificar y el TSE ha optado por hacerse el ingenuo, simplemente se da curso advirtiendo que está mal redactada y es tendenciosa, pero nada más.

Se desconoce la redacción que Lima y su equipo extenderán sobre esta pregunta al TCP, pero de momento se va imponiendo el criterio de que la reelección discontinua está prohibida y que, en todo caso, habría que modificar la Constitución para permitirla, algo que en cualquier caso no se podría hacer con este resultado porque la convocatoria presidencial del referéndum no lo permite.

Es intrincadísimo, pero es exactamente lo que Lima ha diseñado: un referéndum político en el que los bolivianos digan si quieren permitir que Evo vuelva a ser presidente o no, algo que según Lima solo podría ser en 2030 porque habría que cambiar el texto constitucional, pero que en cualquier caso es una primaria abierta y nacional: con Evo o sin Evo. ¿Y qué pasa si gana Evo?

Fuente: El País.bo