El retorno de la población a sus regiones de origen antes del Censo de Población y Vivienda, del 23 de marzo, afectó al crecimiento poblacional de los municipios de La Paz y El Alto, los cuales no alcanzaron al millón de habitantes como proyectó el Instituto Nacional de Estadística (INE), afirmó la Fundación Jubileo.
“El director del INE dijo que habría alrededor de 200 mil personas que han migrado a sus lugares de origen y no se hicieron censar en el municipio de La Paz ni en El Alto, eso implica el grave daño que está haciendo esta gente que se va de la región y luego están exigiendo alcantarillado, agua, luz y otros servicios en los municipios donde no se han censado”, declaró a la ANF Juan Carlos Núñez, director de esa fundación.
Días antes de que se lleve a cabo la encuesta nacional, los alcaldes de La Paz, Iván Arias, y de El Alto, Eva Copa, denunciaron que se registró un movimiento inusual de ciudadanos que se trasladaron a sus municipios de origen con el fin de empadronarse.
Según los datos del INE, La Paz tiene 755.732 habitantes, es decir, 10.736 menos en comparación con el censo de 2012, cuando se contabilizó un total de 766.468 personas. Mientras que El Alto cuenta con 885.035 empadronados, que refleja que hubo un crecimiento de apenas 36.583, con relación a los datos de hace 12 años, cuando consignó 848.452.
Cálculo político
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Al respecto, el concejal de La Paz Jorge Dulon consideró que existe un cálculo político por parte del Gobierno con el objetivo de que las regiones que respaldan al Movimiento Al Socialismo (MAS) tengan más población, con relación a otros departamentos, como de Santa Cruz, que son opositores al partido azul.
“Quizá el Gobierno está haciendo politiquería y está utilizando el mapa electoral para hacer cálculos políticos en virtud de las próximas elecciones de 2025. Está claro que esto es estratégico desde el punto de vista político, llamar a la gente (para) que vaya a otros lugares para que las ciudades opositoras no tengan la población que deberían tener naturalmente. Por lo tanto, se perjudican en términos de representación política y recursos económicos”, explicó.
A la vez, dijo que se debe tomar en cuenta los usos y costumbres de las comunidades del área rural en el que obligan a sus pobladores a censarse en esas regiones, caso contrario les imponen sanciones o castigos.
“A eso hay que adicionar ciertos comportamientos lógicos de los usos y costumbres de las organizaciones sociales que, cuando hay este tipo de actividades y las elecciones acuerdan un voto consigna, por ejemplo. En el caso del censo, es posible que haya sucedido lo mismo y si la gente no volvía al lugar a censarse iban a ser castigados o iban a perder su casa”, añadió.
Mala gestión
Por otra parte, la concejal de El Alto Wilma Alanoca dijo que la mala gestión de la alcaldesa, Eva Copa, ocasionó que la población retorne a sus lugares de origen porque no generó una campaña de concientización ni de pertenencia.
“En ningún caso pueden atribuirle como un factor el hecho de que la gente haya migrado a su población. Es un fracaso de la alcaldesa de El Alto porque no ha generado una campaña de reconocer o el sentir de pertenencia, para que la gente no se vaya a su región, la gestión de Eva Copa está tan mal que la población ha tenido que retornar a sus comunidades”, manifestó.
Estrategia
Finalmente, Núñez indicó que los alcaldes de ambos municipios deben generar estrategias para detectar la cantidad de población que se hizo censar en sus comunidades. Por ejemplo, pueden solicitar la cantidad de vecinos cuando las juntas vecinales entreguen el Plan Operativo Anual (POA) y contrastar con los datos del INE.
“Los municipios tendrán que pensar en alguna estrategia. Por ejemplo, en el POA se puede solicitar cuántos vecinos viven en la zona que está pidiendo una obra y el municipio puede contrastar con los datos del censo. Entonces, también se deberían reducir los recursos, es una manera de educar a la gente para que valore donde reside”, puntualizó.
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