El momento en que un ataque con drones de Hezbollah impacta en un edificio del norte de Israel

El grupo terrorista se adjudicó el ataque por el que hasta el momento no se han reportado heridos

 



(con información de EP)

Fuente: infobae.com

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Un dron lanzado por el partido-milicia chií libanés Hezbollah ha impactado este lunes en un edificio residencial en la ciudad israelí de Nahariya (norte), según ha confirmado el Ejército, que ha afirmado que el suceso se ha saldado sin víctimas.

Así, ha especificado en un breve comunicado publicado en su página web que sus fuerzas han detectado “dos aparatos aéreos” que cruzaron la frontera después de que saltaran las alarmas aéreas en la zona. “Se ha registrado un impacto en Nahariya. No ha habido víctimas”, ha zanjado.

Según los medios locales un segundo dron de Hezbollah fue interceptado sobre el mar Mediterráneo, cerca de la playa de Nahariya.

Imagen del lugar del impacto en el edificio.

Imagen del lugar del impacto en el edificio.

El medio Times of Israel comentó que el servicio de ambulancias Magen David Adom, la policía y el servicio de bomberos y rescate anunciaron que continúan registrando el edificio para descartar la posibilidad de que haya víctimas.

Un vídeo grabado por una cámara de seguridad situada en la zona muestra el momento en el que el aparato impacto contra uno de los pisos superiores del edificio.

Unas horas después del ataque Hezbollah asumió la responsabilidad de los hechos, aunque afirmó que el objetivo era una base militar israelí, según el medio.

La gente barre el suelo, después del ataque con proyectiles hacia Israel desde el Líbano, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, en Nahariya, norte de Israel, el 9 de septiembre de 2024. REUTERS/Shir Torem

La gente barre el suelo, después del ataque con proyectiles hacia Israel desde el Líbano, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, en Nahariya, norte de Israel, el 9 de septiembre de 2024. REUTERS/Shir Torem

En un comunicado, el grupo terrorista afirma haber atacado el campamento de Shraga de las FDI, situado a unos 3 kilómetros al sur de Nahariya, con varios drones cargados de explosivos. Afirma que el ataque fue una respuesta a los recientes ataques de las FDI en el sur del Líbano.

Hezbollah también se responsabiliza de un bombardeo de cohetes contra Galilea occidental, afirmando una vez más que el objetivo era una base militar. Los cohetes impactaron en zonas abiertas.

El grupo terrorista además afirmó haber lanzado un misil tierra-aire contra un avión de combate israelí sobre el sur del Líbano, obligándolo a retirarse.

Una vista muestra un baño dañado en un edificio residencial, luego de un ataque con proyectiles hacia Israel desde el Líbano, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbollah y las fuerzas israelíes, en Nahariya, norte de Israel, el 9 de septiembre de 2024. REUTERS/Shir Torem

Una vista muestra un baño dañado en un edificio residencial, luego de un ataque con proyectiles hacia Israel desde el Líbano, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbollah y las fuerzas israelíes, en Nahariya, norte de Israel, el 9 de septiembre de 2024. REUTERS/Shir Torem

Los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah, que cuenta con un importante peso militar y político en Líbano, han repuntado durante las últimas semanas, al hilo de los combates desatados tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, lo que ha hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo.

El medio israelí habló con testigos que presenciaron el momento del impacto. “Fue muy aterrador”, dijo Aviel Avshalom, de 9 años, que estaba en la escuela cuando cayó el dron.

Imagen de lo que quedó del dron luego del impacto.

Imagen de lo que quedó del dron luego del impacto.

A pesar del anuncio del alcalde a los padres de no recoger a sus hijos, su madre, Alina Avshalom, que vive en el barrio, dice que se apresuró a recoger a Aviel y a su hija, Miel, de la escuela.

“No tengo coche y tuve que pensármelo dos veces, pero no quería dejar a los niños allí”, cuenta.