Exdirigentes advierten que el MAS pretende fracturar a organizaciones sociales con prebendas y paralelismo

Becerra consideró que Evo Morales es el responsable de esa ruptura, ya que desde su segunda gestión llevó a cabo un plan para perseguir a los dirigentes que no comulgaban con sus decisiones. Mientras que Luis Arce consolidó ese quebrantamiento.

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Exdirigentes Roberto Coraite y Félix Becerra. Foto: ANF

Fuente: ANF

Con prebendas y paralelismo, durante casi dos décadas el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) logró quebrar a las organizaciones y movimientos sociales, aseguran exdirigentes campesinos e indígenas que fueron perseguidos por oponerse a las políticas de ese partido.



“El gobierno del MAS ha llegado a destruir a todos los sectores sociales a nivel social, los hemos visto divididos hasta en las comunidades y las familias. Han logrado manipular con prebendas y paralelismo (en las organizaciones) y sabemos que esto no es nuevo, se ha visto desde la segunda gestión de Evo Morales y lo ha ido haciendo durante todo su mandato y con este gobierno (de Luis Arce) se ha consolidado”, afirmó a la ANF el exdirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Roberto Coraite.

La última organización sindical que fue dividida por el MAS fue la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz – Tupac Katari que tiene dos dirigentes, David Mamani que es contestario al gobierno de Luis Arce y, Javier Alejo, que es afín al bloque arcista.

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Mamani fue elegido el 3 de junio como secretario ejecutivo de esa organización incluso el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca saludaron esa elección, pero poco tiempo después se impuso a un nuevo dirigente que también era  aliado al Gobierno, pero una vez que ese grupo no pudo reunirse con el mandatario se declaró contestatario.

Al respecto, el exdirigente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), Félix Becerra, dijo que esa fragmentación alcanzó a las dirigencias departamentales y regionales, en su criterio, esa situación está ocasionando una pérdida de credibilidad ante la sociedad y otros sectores.

“Las organizaciones ya no somos creíbles, se ha perdido la credibilidad que teníamos anteriormente y eso se ha podido evidenciar en las reuniones que desarrollan. En el 2012, solamente había una división solo en la CIDOB y en el Conamaq, pero ahora hemos visto que es total la fragmentación y hay varias organizaciones que han sido divididas. Esto no se ha quedado ahí, sino ha llegado a las regionales, departamentales y sectoriales”, manifestó.

Los responsables

Coraite dijo que existen responsables para la crisis en los movimientos sociales, entre ellos están los dirigentes que no tienen formación política y se dejaron manipular por el instrumento político a cambio de cargos públicos y prebendas, pero no velaron por las reivindicaciones de las bases.

“Los dirigentes que tenemos formación sindical nos reservamos a esas tentaciones porque se desvirtúa tu personalidad, te resta credibilidad, pierdes liderazgo y autoridad, pero a los que no tienen formación eso no los importa con tal de haber recibido alguna prebenda o llegar a un espacio político para salir de la pobreza. Cuando uno tiene un principio, una convicción de país no permite que sean manipulados”, sostuvo.

Becerra dice que Evo Morales es el responsable de esa ruptura en las organizaciones, ya que desde la segunda gestión llevó a cabo un plan para perseguir a los dirigentes campesinos e indígenas que no comulgaban con su gobierno. Mientras que Luis Arce consolidó ese quebrantamiento aplicando la misma estrategia.

“Evo Morales es el directo responsable de dividir a las organizaciones sociales, además él ha enseñado a Luis Arce de cómo dividir y cómo cooptar a los dirigentes y organizaciones. Evo Morales (dividió) al Conamaq entre el 2012 y 2013, así han ido haciendo lo mismo con otros sectores y han perseguido a los dirigentes, algunos tuvieron que salir del país”, enfatizó.

Evalúan salidas 

Por otra parte, Becerra dijo que los exdirigentes del Conamaq están evaluando las posibles soluciones para unificar a ese sector y evitar que los dirigentes sean manipulados por el Gobierno.

“Aquellos dirigentes que no somos de ningún partido político estamos viendo cómo se pueden resolver los problemas que existen, estamos evaluando las posibles salidas. Nos hemos estado reuniendo los exdirigentes para analizar una propuesta de unidad”, anunció.

Para Coraite, esta situación se asemeja a la que se vivió antes de 1979, cuando los sectores sociales estaban divididos y poco tiempo después se unificaron. Cree que ahora está ocurriendo lo mismo y, en un tempo más, habrá un líder que unirá a estos movimientos.

Las principales organizaciones sociales del Pacto de Unidad, Confederación Nacional de Mujeres Originarias Indígenas Campesinas de Bolivia – Bartolina Sisa, Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (Conamaq) fuero divididas con dirigencias paralelas que responden al arcismo y evismom Mientras que en la época de Morales las organizaciones eran proclives a ese gobierno y las críticas se denominaban “orgánicas”.