Casi 200 misiles fueron lanzados desde Irán hacia territorio israelí. Una boliviana relata lo que se vive en Medio Oriente
Darlene Arana es una boliviana que radica en el norte de Israel, país que el martes sufrió un ataque de casi 200 misiles lanzados desde Irán. Ella relató a UNITEL los momentos de zozobra que viven desde que estalló el conflicto y que se ha acrecentado en las últimas horas.
“Yo vivo en el norte, donde el ataque ha sido masivo toda esta semana y la semana pasada también”, comenzó diciendo la joven.
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Añadió que el sonido de las sirenas de alarma antiaérea ha sido constante entre el martes y miércoles, por ello las autoridades han recomendado que cuando se emita este tipo de aviso todos deben buscar refugio y quedarse allí por un mínimo de 10 minutos, esto para evitar bajas.
Sin embargo, lo vivido ayer (martes) fue diferente por la magnitud del ataque pues Irán utilizó por primera vez misiles hipersónicos, según la prensa iraní. Teherán afirmó que 90% de estas armas alcanzaron su objetivo.
“Nos quedamos en los refugios por más de 40 minutos ya que era un ataque de misiles de gran magnitud, mucho más potentes que los de Hezbolá, ya que fueron lanzados desde Irán”, dijo Arana.
“Nuestra ‘cúpula de Hierro’ funcionó de una manera total, porque estos misiles que Irán lanza tienen la magnitud de cada misil matar más de 200 personas”, señaló al indicar que en los medios de comunicación de ese país solo se informó de un solo fallecido a causa de este ataque.
El ataque fue como estelas luminosas
Sirenas de alarma antiaérea resonaron el martes en todo Israel, que cerró su espacio aéreo durante el ataque, y se escucharon decenas de explosiones sobre Jerusalén. Los artefactos lanzados por Irán eran visibles por sus estelas luminosas.
El ejército israelí interceptó un gran número de misiles y afirmó que la República Islámica disparó unos 180 proyectiles contra su territorio, aunque la televisión iraní informó el miércoles que fueron 200 misiles.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, afirmaron que el ataque constituía una respuesta a la muerte del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, la semana pasada, y a la del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, el 31 de julio.
En un comunicado, amenazaron con llevar a cabo “ataques demoledores” si Israel respondía a la ofensiva del martes.