Dificultades de acceso al diésel, inflación, sequía, incendios, inundaciones y avasallamientos son algunas de las problemáticas que enfrenta el sector, que aun así cuenta con 50.000 toneladas de excedentes
Los dirigentes señalaron que no va a faltar carne para la mesa de los y las bolivianas
Fuente: Unitel
Los máximos dirigentes de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) garantizaron la producción y abastecimiento de carne de res, pese a los problemas climáticos y económicos que se registran en la actual coyuntura del país.
Dificultades de acceso al diésel, inflación, sequía, incendios, inundaciones y avasallamientos son algunas de las problemáticas que enfrenta el sector, según la explicación del presidente de la entidad ganadera, Hernán Julio Nogales.
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“El precio del ganado se mantiene en una franja histórica estable, mostrando una persistencia constante para el costo de la canasta familiar en los últimos 30 años. Leves variaciones en el precio generalmente son ocasionadas por variables externas como el clima y efectos macroeconómicos del país, factores del que los ganaderos no reclamamos”, reza el comunicado.
Pese a los factores climatológicos, sociales y políticos, el sector cuenta actualmente con un excedente exportable anual de 50.000 toneladas métricas, el cual apunta a ser una respuesta para captar divisas que contribuyan a la estabilidad económica del país.
“Congabol desea expresar su firme compromiso con la defensa del libre mercado de carne bovina en Bolivia, sin poner en riesgo la seguridad alimentaria, además de ser un sector clave para el desarrollo económico del país, hecho que ha permitido que la producción y comercialización de carne bovina crezcan de manera sostenida, beneficiando tanto a los productores como a los consumidores”, acotó Nogales.
Además, la entidad productiva considera que todo sector tiene el derecho legítimo de manifestar sus demandas y preocupaciones, pero las acciones que restringen la oferta de carne, así como el bloqueo de los canales de distribución, son acciones que impactan negativamente en la economía familiar y en la estabilidad alimentaria de miles de bolivianos.
“Consideramos que determinar medidas de presión, sin haber concertado con los sectores y distintas autoridades de Gobierno, son acciones que atentan contra los derechos fundamentales del ciudadano, como el de tener libre acceso a la alimentación”, agregó el dirigente.
En este sentido, consideran esencial tener canales de comercialización abiertos y de esta manera conseguir una mayor y mejor producción, a precios estables y transparentes, “tal como lo ha estado sucediendo en estos últimos años”.