Fuente: UCOM MHE
En respuesta a las constantes amenazas que representan la especulación, la sobredemanda y el contrabando, con el objetivo de garantizar la seguridad energética del país, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anuncia nuevas medidas control a la distribución de combustibles.
A pesar de que la importación, distribución y suministro de diésel y gasolina operan con normalidad, la creciente presión de estos factores ha llevado a ambas instituciones a implementar un plan reforzado, que incluye tres ejes principales: distribución diferenciada, operativos de interdicción y supervisión en surtidores.
Para optimizar la entrega de combustibles, se ha implementado un sistema de control zonificado, ajustando los niveles de suministro de acuerdo con la demanda en cada región. Esto permite dirigir mayores volúmenes de diésel o gasolina a surtidores con mayor demanda y reducir el envío a los que registren un menor consumo, evitando así el desvío irregular y optimizando la logística de distribución.
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Con el apoyo de la Policía y las Fuerzas Armadas, se han intensificado los patrullajes en carreteras y estaciones de servicio ubicadas en zonas fronterizas para prevenir la venta de combustibles a clientes sospechosos de incurrir en el contrabando o uso ilegal. Además, el personal de YPFB y ANH realiza inspecciones continuas en los surtidores para detectar y frenar actividades ilícitas.
La ANH desplegó funcionarios encargados de supervisar el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad en la venta de combustibles, además de garantizar que los sistemas de almacenamiento y distribución operen bajo normativa. Este proceso incluye la verificación de la exactitud en las mediciones y la manipulación adecuada de los productos.
