Los recursos no alcanzan para hacer frente al desastre. Las clases ya fueron suspendidas y la actividad turística cayó debido a esta situación que está fuera de control.
Fuente: Unitel
Faltan equipos y recursos para hacer frente a esta situación, según el reporte
Arias señaló que hace más de cinco días que están en plena lucha contra el fuego que sigue consumiendo el bosque y que las labores se centran en proteger la comunidad, que se encuentra prácticamente rodeada por las llamas, por lo que esperan que se pueda canalizar ayuda a esta región.
En una zona cercana, en la comunidad Aguas Calientes, distante a 450 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, la situación también es crítica para los pobladores de este lugar, quienes durante los últimos meses no tenían incendios en esta zona y solo los azotaba el humo de las comunidades aledañas.
Recientemente se conoció que el fuego y la contaminación alcanzó a los nacientes de los hervores de esta comunidad, uno de los atractivos turísticos de Roboré y la Chiquitania, de acuerdo con el reporte.
Además, otras comunidades como Naranjo y San Lorenzo también se ven afectadas.