Gobierno defiende bajo costo de vida ante la pérdida de valor del boliviano

El ministro Montenegro reconoció, no obstante, que la inflación acumulada del 5,5 por ciento hasta septiembre es una de las más altas en años recientes, pero insistió en que Bolivia sigue siendo uno de los países con el costo de vida más accesible en comparación con sus vecinos, donde el precio de los productos básicos es considerablemente mayor.

 

  • El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, ayer. | apg

Fuente: Los Tiempos

 

En medio de un escenario de creciente incertidumbre económica, el Gobierno ha salido en defensa de la estabilidad del costo de vida en el país, pese a que el valor del boliviano ha caído un 40 por ciento frente al dólar desde 2023. El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, afirmó en una conferencia de prensa que, aunque la moneda nacional se ha depreciado, Bolivia mantiene uno de los costos de vida más bajos de la región.



De acuerdo con un informe del Instituto Peruano de Economía, publicado en el diario El Comercio, la moneda boliviana ha perdido cerca del 40 por ciento de su valor en el mercado paralelo. Esta depreciación está asociada a la política de tipo de cambio fijo que, durante casi 15 años, ha erosionado las reservas internacionales del país. Sin embargo, Montenegro destacó que, pese a la pérdida del valor adquisitivo del boliviano frente al dólar, el costo de vida en Bolivia se ha mantenido estable, apoyado por un control en los precios internos.

“El poder adquisitivo respecto al dólar puede tener un parangón de ese nivel (del 40 por ciento), pero si observamos el índice de precios, el Gobierno ha logrado mantener una notable estabilidad en el costo de vida”, afirmó el ministro, subrayando la fortaleza del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que ha permitido a Bolivia registrar una de las tasas de inflación más bajas de la región.

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Montenegro reconoció, no obstante, que la inflación acumulada del 5,5 por ciento hasta septiembre es una de las más altas en años recientes, pero insistió en que Bolivia sigue siendo uno de los países con el costo de vida más accesible en comparación con sus vecinos, donde el precio de los productos básicos es considerablemente mayor.

Desafíos económicos

A pesar de las afirmaciones del Gobierno, algunos economistas discrepan. Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, cuestionó que los indicadores oficiales reflejen con precisión la realidad económica del país. Según Romero, la metodología empleada para calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC) no otorga el peso adecuado a los productos de la canasta básica, lo que podría distorsionar la percepción de la inflación real que afecta a la población.

Romero también advirtió sobre el impacto de la pérdida del poder adquisitivo, señalando que algunos productos han registrado aumentos de precio de entre 40 y 300 por ciento, según el tipo de bien. Estas subidas —dijo— no se reflejan por completo en el IPC, lo que hace necesario realizar estudios más detallados para medir con precisión la capacidad de compra de los ciudadanos.

El economista agregó que los sectores más vulnerables son los más golpeados por la inflación y la devaluación de la moneda, ya que sus salarios no se ajustan al ritmo del incremento de precios. A esta situación se suman la alta informalidad del mercado laboral y el contrabando, factores que agravan las condiciones económicas para muchas familias bolivianas.