En el altiplano de La Paz empieza la esquila de la vicuña en libertad

En el altiplano de La Paz empieza la esquila de la vicuña en libertad
El presidente Luis Arce sostiene en manos la lana de vicuña que ayudó a trasquilar, minutos antes. Foto: Captura

 

En una planicie agreste del municipio altiplánico de Malla, departamento de La Paz, empezó este sábado la esquila de vicuñas que viven en libertad. En una actividad tradicional se captura, esquila y deja en libertad a estos camélidos característicos de esta región, con una lana fina y de alto valor en el mercado nacional e internacional.

Fuente: ABI



Una hilera de campesinos y campesinas se extiende por varios metros y obliga a las vicuñas a huir y quedar en ese intento atrapadas en una especie de redes levantadas a lo largo de varios metros de largo. Una vez ahí son capturadas, trasquiladas con maquinaria especializada en el tiempo más breve posible y luego, dejadas en libertad.

El presidente Luis Arce llegó hasta esta región y dio inicio a la actividad económica que practican ancestralmente los pobladores de Malla, un municipio ubicado al sur en el departamento de La Paz, en medio de una fiesta en un lugar cercano donde pastan las vicuñas.

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“Es muy importante esta esquila de la vicuñas, porque es un acto que simboliza el respeto hacia nuestros recursos naturales y el compromiso de nuestras comunidades para garantizar el manejo sostenible de esta especie tan interesante y emblemática de Los Andes, de nuestro país, y, especialmente, del municipio de Malla”, destacó.

La vicuña es una especie silvestre, poseedora de una de las fibras más finas del mundo. Es patrimonio natural de Bolivia por lo cual su conservación es de interés cultural, social, económico y ecológico.

Desde 1998 se realiza el aprovechamiento legal y sustentable de la vicuña, y desde 2010 se autoriza la exportación de la fibra. Como resultado de las actividades de protección, la población de estos camélidos incrementó.

“Aquí se está respetando la forma en que vive nuestra vicuña. Nosotros, en esta época, la tenemos para esquilarla, luego la dejamos en libertad para que siga reproduciéndose, para que siga su vida normal que tiene este camélido tan importante”, destacó.

A iniciativa de Bolivia, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2024 el Año Internacional de los Camélidos 2024 como un reconocimiento a la importancia económica y cultural de estos animales en la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.

Bolivia, como país pluricultural, alberga a más de 3 millones de cabezas de camélidos, de los cuales las llamas representan más de 2 millones, lo que convierte al país en uno de los principales productores a nivel regional.

Más de 80 mil familias se dedican a este rubro en gran parte del territorio nacional, desempeñando un papel crucial en las preservación de los ecosistemas andinos y en la economía de las comunidades indígenas y rurales.

Mch/Cc

Fuente: ABI