“Cuánta gente sale temprano, cuatro, tres de la mañana, para buscarse el pan del día. A esa gente hay que protegerla, hay que cuidarla”. La frase corresponde al alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, y no, no la pronunció en un barrio de la urbe cruceña, sino en el centro de la ciudad de El Alto, en junio, en la inauguración de una casa de ayuda de la fundación que preside.
No es el único caso, otros políticos también pusieron a la urbe alteña en la mira, desde distintas ópticas y enfoques. Vicente Cuéllar, precandidato de Cambio 25, y Chi Hyun Chung, aspirante a la Presidencia, arribaron de forma reciente a la urbe y realizaron un recorrido por su principal centro de comercio, la Feria 16 de Julio. En tanto, cuando la reciente marcha que lideró Evo Morales entró en suelo alteño, el 23 de septiembre, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), subrayó que estaba ingresando “a la heroica ciudad de El Alto”.
En Comunidad Ciudadana (CC) diferencian entre “El Alto capitalista” y “El Alto inclinado a la izquierda”; y en Súmate, agrupación que lidera Manfred Reyes Villa, perciben a esa ciudad no como “un bloque monolítico imaginado”, sino en la diversidad que tiene.
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“Según el último censo, cuyos resultados recién hemos conocido, El Alto es la segunda ciudad más poblada de Bolivia, después de Santa Cruz, y ronda por los 880 mil habitantes, incluso más que La Paz. Entonces, considero que ese sería el factor por el que los políticos tienen interés, porque es el segundo volumen de votantes”, comenta a Visión 360 el analista Gonzalo Díaz.
Los datos de último censo dan cuenta que después de la urbe cruceña, El Alto emerge como la segunda ciudad más poblada de Bolivia, con 885.035 habitantes. Supera con esa cifra incluso a su vecina La Paz, que registró 755.732 habitantes. En términos de electores, en la urbe alteña estuvieron habilitados para sufragar 703.901 votantes para las elecciones subnacionales de 2021, según datos del Tribunal Supremo Electoral.
Un estudio que realizó el sociólogo Henry Oporto da cuenta que la mayoría de los electores de El Alto se decantaron por el Movimiento Al Socialismo (MAS) en los comicios de 2009, 2014, 2016, 2019 (elecciones que fueron anuladas) y 2020, con porcentajes que estuvieron por encima del 50%.
En ese trabajo, que titula “El ocaso de un ciclo de hegemonía electoral y la perspectiva de polarización y fragmentación”, Oporto indica que “es el voto alteño el que inclina la balanza hacia el MAS, en elecciones nacionales”; y expresa que el proceso político “se mueve hacia un horizonte de inestabilidad y mayor incertidumbre”, en el que probablemente será cada más difícil vencer por amplias mayorías y luego conservarlas, y también más fácil perderlas.
A la 16 de Julio
Vicente Cuéllar, rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y líder de Cambio 25, estuvo en El Alto de forma reciente. Sucedió el 18 de agosto, cuando realizó un recorrido por la Feria 16 de Julio, donde conversó con vendedores, compradores, se sacó selfis y difundió un video desde el corazón mismo de ese centro de abasto, al cual destacó.
“Estamos aquí en la ciudad de El Alto, en la feria más grande de Bolivia y una de las más grandes de América del Sur. Estamos precisamente en la Feria 16 de Julio. Según los datos que recogemos, aquí en esta feria se encuentra desde un clavo usado hasta un vehículo de última generación. Es una de las proveedoras de toda Bolivia”, asegura el político en el registro de video.
No fue el único. Chi Hyun Chung, aspirante a la Presidencia, también arribó a El Alto de forma reciente. Ocurrió el 29 de agosto, cuando brindó una conferencia, realizó, además, un contacto con sus seguidores en inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto y efectuó un recorrido por la Feria 16 de Julio.
En los registros de video de su llegada se le escucha destacar a la urbe alteña mientras hace su trayecto en ese centro de comercio. “Los alteños han demostrado qué se puede hacer con el trabajo. Es una población que se levanta muy temprano y trabaja hasta tarde”, señala.
Una apuesta
En CC también tienen la mira en la ciudad de El Alto. Elena Pachacute, diputada de esa fuerza, comentó que se busca atraer a los electores de esa urbe tomando en cuenta la “economía naranja” y habla de trabajar en el tema de la identidad alteña. Además, comentó que diferencia entre “El Alto capitalista” y “El Alto inclinado a la izquierda”.
“No tenemos recursos naturales, pero El Alto se basa en ese crecimiento demográfico, emprendedor y la economía naranja que falta socializar queda muy bien a la urbe alteña”, aseguró la legisladora a este medio de comunicación.
Pachacute sostuvo que el MAS supo, de alguna manera, cautivar “con la identidad” a “sectores muy lejanos, muy aledaños” de la urbe, pero subrayó que hay zonas como Ciudad Satélite, Villa Adela o la 16 de Julio que “ya tienen una visión capitalista real”.
“Hay esa visibilidad en ambos sectores y nosotros apuntamos a esa lucha. Entonces, está bien para este sector, tenemos las propuestas, una ciudad industrial, eso es lo que estamos apostando, porque tiene mano de obra cualificada y tenemos que indagar en aquello, buscar ese voto, buscamos ese voto”, expresó.
Su diversidad
Erick Fajardo, asesor de Manfred Reyes Villa, indicó a este medio que El Alto “no es un bloque monolítico imaginado, como simple y sencillamente la segunda ciudad de La Paz, una ciudad aymara”. En la actualidad –agregó– es “muy diverso” por la migración que recibió, porque es “un polo de desarrollo, aunque incipiente, pero es un polo de desarrollo y es un polo de economía informal muy atractivo”.
Luego expresó: “Creo que El Alto está pensado desde la perspectiva de Manfred como una entidad social simbólica, a la que, por supuesto hay que darle la mayor relevancia, pero también hay que tener en cuenta de que es parte de una Bolivia que se diversifique cada vez más. No creo que en la visión de Manfred se pueda consustanciar ni Santa Cruz ni El Alto como bloques ni étnicos ni tampoco bloques geográficos”.
El alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, arribó a la urbe alteña para inaugurar, el 19 de junio, una “casa Fundamax”, un espacio edificado para brindar asistencia a la población, con atención médica, social y hasta jurídica (en julio se inauguró su comedor popular). El nombre de la fundación hace referencia al padre del burgomaestre, Max Fernández, empresario y político que murió en los 90.
Aquella no fue la única ocasión en la que llegó a El Alto. Fernández, el 8 de agosto, inauguró otra “casa Fundamax”, en el Distrito 8 de la urbe, donde además anunció que el recinto brindaría talleres de capacitación en tejido, repostería y artes, además de ofrecer asistencia legal. Otra visita la realizó en septiembre cuando hizo entrega de bolsas de cemento a dos unidades educativas de la ciudad. Cuando inauguró el recinto, en junio, en sus redes sociales Fernández escribió que este “se instala en El Alto”.
PUNTO DE VISTA
Liberales, colectivistas y hasta conservadores
Por: Gonzalo Díaz, analista y productor audiovisual
Dentro de El Alto se puede ver facetas o caras dentro de una misma persona, incluso a nivel de grupos de personas. Por una parte, están los que son comerciantes, importadores e incluso muchos contrabandistas, cuya principal actividad que desarrollan es el comercio. Esa dinámica trasciende hasta la gente, desciende desde el gran distribuidor, pasando por intermediarios y llega a los que llevan por las calles y ofrecen. Son los tres niveles que estarían movidos por ese espíritu “empresarial”. La persona que distribuye en las calles debe levantarse muy temprano, a las siete, seis de la mañana, y no solo distribuye en El Alto, también deben moverse hasta La Paz. Ellos tendrían un espíritu liberal capitalista, porque invierten su dinero, venden y obtienen ganancias.
Por otra parte, está el sector comunitario o sea lo colectivo, que todavía permanece en El Alto, tal vez proviene de las provincias, de los pueblos. Aquello se manifiesta con sus juntas vecinales, con sus familias y eso también debe determinar en cómo se comportan electoralmente. Hay que señalar que los que se mueven en el comercio no son los mismos que son dirigentes o los operadores políticos, ellos no necesariamente son comerciantes. Entonces, dentro de ellos quizá prevalezca más el espíritu colectivista.
Ahora bien, me parece que la población de El Alto es muy volátil. Puede ser que una semana apoye a su alcaldesa, y la siguiente semana ya no. Incluso quizá sean rebeldes por naturaleza. Esto tal vez sea una reacción contra la autoridad que hay desde las comunidades o quizá se explica por el respeto que hay antes que nada a las autoridades comunales. Por ejemplo, una autoridad que ellos ven como incluso a nivel núcleo familiar es el padrino de una boda o de un niño, quien es visto como autoridad, el que da consejos. Ese consejo lo toman muy en serio. Ahí está un ejemplo de ese sentimiento de comunidad o de colectivismo.
Son ultraconservadores en El Alto y de ahí se explica la observación a la separación de su alcaldesa. Son cosas que vienen del mundo colectivo, pero al mismo tiempo en la juventud se ve un cambio. Hay un montón de tiktokers que son alteños, que suman miles de seguidores. Entonces, por una parte, son conservadores en lo social, pero son liberales hacia lo tecnológico. Tienen múltiples facetas.