La pareja aprehendida por trata y tráfico. martÍn numbela
Anaí cumplió 19 años en su natal Beni y no dudó ni un instante cuando le ofrecieron viajar a Cochabamba para trabajar como mesera en las noches. Ella planeaba estudiar de día y ahorrar su sueldo para ayudar a su familia de escasos recursos.
El hombre que le ofreció el trabajo en Beni le dijo que le pagarían 3 mil bolivianos mensuales por trabajar de noche. Él la trajo desde el oriente el 5 de mayo, pero en lugar de llevarla al restaurante del que le hablaron, la metió en un local llamado Venus, de la avenida Siles y Huayna Kápac, donde la obligó a prostituirse y la encerró para evitar que intentara darse a la fuga.
Luego de permanecer 18 días en cautiverio, mientras era golpeada y explotada sexualmente, Anaí aprovechó un descuido del dueño del local para escapar.
Llorando, llegó hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) donde denunció el hecho y pidió que la ayuden. Anaí llegó con el rostro cubierto de moretones y otras huellas de violencia en el cuerpo. Agentes de la División de Trata y Tráfico de Personas capturaron al administrador y dueño del local, C. R.C, y a T.C.M, ambos de 30 años. Fueron remitidos a la Fiscalía.
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El vocero de la FELCC, Marcelo Becerra, dijo que en este caso se configura el delito de trata y tráfico de personas porque hubo captación, reclutamiento, transporte y privación de libertad de una persona con fines de explotación sexual.
Fuente: Opinión