El Frente Amplio de Pepe Mujica se jugará la presidencia de Uruguay en una segunda vuelta contra una coalición de derecha

Yamandú Orsi gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales, según las primeras proyecciones, con 17 puntos de ventaja sobre el candidato del Gobierno, Álvaro Delgado

Gabriel Díaz Campanella

Yamandú Orsi saluda a votantes en Canelones, Uruguay, el 27 de noviembre 2024.
Yamandú Orsi saluda a votantes en Canelones, Uruguay, el 27 de noviembre 2024. Mariana Greif (REUTERS)

 

Fuente: El País.com



Los pronósticos se cumplieron en Uruguay el izquierdista Frente Amplio (FA) ha sido este domingo la fuerza política más votada en las elecciones presidenciales y legislativas. Su candidato, Yamandú Orsi, que contó con el apoyo en la campaña del expresidente José Pepe Mujica, obtiene el 44% de los votos, según los datos de los sondeos a pie de urna, seis puntos por debajo del 50% necesario para ganar en primera vuelta. Se trata de una victoria amarga, porque el FA esperaba superar ese porcentaje que anunciaban los sondeos y afrontar con más fuerza la segunda vuelta, prevista para el 24 de noviembre. Por detrás de Orsi se ubica el oficialista Álvaro Delgado del Partido Nacional (centroderecha), que mejora las previsiones con el 27% de los votos y se mantiene como líder de la actual coalición gobernante que en 2019 derrotó al FA.

A Delgado lo sigue Andrés Ojeda, del conservador Partido Colorado, con el 16%, casi tres puntos porcentuales por encima de la elección anterior. Cabildo Abierto, la formación derechista liderada por Guido Manini Ríos, cae con contundencia y apenas logra el 2%, mientras que el socio menor de la coalición, el Partido Independiente, consiguiría otro 2%. Con estos resultados a la vista es posible anticipar que la segunda vuelta será reñida, pero con el oficialismo como favorito: la suma de los partidos de la alianza gobernante llega al 47% frente al 44% de la izquierda.

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Álvaro Delgado en las oficinas centrales de su partido tras las elecciones del 27 de octubre.aÁlvaro Delgado en las oficinas centrales de su partido tras las elecciones del 27 de octubre.aAndres Cuenca (REUTERS)

En esta jornada también ha quedado definida la conformación de las dos cámaras legislativas, integradas por 99 diputados y 30 senadores. De acuerdo con los primeras proyecciones, el bloque oficialista podría alcanzar la mayoría en la Cámara de Diputados, con 30 legisladores del PN, 17 del PC, 2 CA y 1 del PI, aunque este escenario podría variar en el escrutinio final. El Frente Amplio, por su parte, tendría 47 bancas. La novedad de la noche es que el partido antisistema Identidad Soberana ingresaría a la cámara de Diputados con dos asientos. En el caso del Senado el escenario es aún más parejo. La izquierda obtendría 16 escaños, 9 el PN y 5 el PC, según datos preliminares.

En esta jornada los uruguayos también se pronunciaron en torno a dos reformas constitucionales que fueron sometidas a plebiscito. De acuerdo con los datos preliminares, no ha sido aprobada la reforma de la seguridad social propuesta por la central de trabajadores PIT-CNT y algunos sectores de la izquierda. La papeleta del Sí obtuvo casi el 40% de respaldo, diez puntos por debajo del 50% necesario para ser aprobada. Esta iniciativa buscaba bajar la edad jubilatoria de los 65 a los 60 años, equiparar la jubilación al salario mínimo nacional y eliminar las administradoras privadas de ahorro. Tampoco fue aprobada la otra reforma que pretendía habilitar los allanamientos policiales nocturnos prohibidos por la Constitución. En este caso el voto por el Sí también rondó el 40%.

Más allá de estos resultados, los políticos han destacado unánimemente la calma con que los uruguayos vivieron la jornada. Como ocurre cada cinco años, las elecciones transcurrieron con absoluta tranquilidad y en un clima festivo que en esta ocasión contrastó con el desinterés ciudadano que predominó en los meses previos de campaña.

Desde la recuperación democrática, en 1985, Uruguay goza de una estabilidad política que suele ser elogiada fuera de fronteras, sustentada en gran medida en la fortaleza de sus partidos políticos. Según el índice de The Economist, el país está entre las 14 democracias plenas que hay en el mundo. Por ese motivo, en los comicios de este domingo no hubo observadores internacionales, pero sí visitantes extranjeros especiales que llegaron a Uruguay para conocer el trabajo de la Corte Electoral, un organismo público centenario cuyo desempeño cuenta con el respaldo de todo el sistema. La participación alcanzó el 90% de los 2,7 millones de habilitados para votar, en un país donde el voto es obligatorio.

José Mujica vota este domingo en las elecciones presidenciales y parlamentarias.José Mujica vota este domingo en las elecciones presidenciales y parlamentarias.Gaston Britos (EFE)

Uno de los primeros en votar en este domingo primaveral fue el expresidente Mujica, de 89 años, en el barrio del Cerro de Montevideo. A la salida habló con la prensa e hizo un balance sobre la campaña electoral: “La vi un poco distraída, preocupada mucho en lo que va a gastar y no en cómo se va a generar. No le dieron ni pelota al país agroexportador”. Además, se refirió a la baja intensidad de la participación ciudadana durante estos meses y llamó a “apuntalar” la democracia. “Hasta ahora los humanos no hemos inventado nada mejor”, expresó Mujica, que llegó de buen humor y en silla de ruedas, debido al debilitamiento provocado por tratamiento que recibió por un cáncer de esófago diagnosticado en mayo de este año.

En estas elecciones todas las listas al Senado del Partido Nacional estaban encabezadas por el presidente Luis Lacalle Pou, quien esta mañana evitó responder si asumiría o no su banca. Al llegar al centro de votación, el mandatario estrechó la mano a votantes del FA y celebró la tranquilidad con que se vivió este día en todo el territorio nacional. “‘Hoy empieza a cambiar el Gobierno, son 125 días que quedan por delante. Hasta el 1 de marzo vamos a estar como el primer día, terminando nuestra tarea. Queremos hacer una transición ordenada”, dijo Lacalle Pou.

Con 3,4 millones de habitantes, Uruguay forma parte desde hace doce años del grupo de países que el Banco Mundial considera de “altos ingresos” y es clasificado como un país de “muy alto desarrollo humano” por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Sin embargo, presenta desafíos que el próximo Gobierno deberá abordar apenas asuma en marzo de 2025, según coinciden todos los referentes políticos. Entre los más urgentes figuran la pobreza infantil, que se estima en un 20%, así como la inseguridad pública. Con una tasa de 11,2 homicidios cada 100.000 habitantes, la situación de Uruguay no está entre las más críticas de América Latina, pero duplica el promedio mundial y está lejos de la tasa registrada por ejemplo en Chile ­―4,5 cada 100.000―, con el que a menudo se compara.

Fuente: El País.com

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