Jaime Reusche, analista principal de la calificadora, analizó el desempeño de la economía argentina y señaló por qué la nota crediticia del país está en los últimos puestos de la escala
Por Juan Pablo Álvarez
Fuente: Bloomberg
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Buenos Aires — Los bonos argentinos vienen teniendo una suba notable en 2024. Prueba de ello puede verse en que el riesgo país se derrumbó más de 48% en lo que va del año y perforó en viernes el piso de 1.000 puntos por primera vez desde 2019. .Pero aún así, la nota crediticia del Estado nacional está entre los últimos puestos en las escalas de las principales calificadoras del mundo.
Frente a ello, en una reciente visita al país Jaime Reusche, analista principal de Moody’s Ratings, explicó que la preocupación respecto de las cuentas externas de la Argentina se presentan como el principal límite para una recalificación.
Reusche, nacido en Perú, pero radicado en Estados Unidos, consideró que una nueva devaluación podría ser la forma de arreglar ese problema. Asimismo, señaló que el escenario base de Moody’s para la Argentina es de un reperfilamiento amigable con el mercado, debido a este desajuste de las cuentas externas. No obstante, aclaró que este escenario base puede cambiar de un momento a otro.
Las declaraciones de Reusche se dieron en el marco del evento Moody’s Inside LatAm, que se llevó a cabo en el hotel Sheraton de Buenos Aires.
La calificación actual de Argentina para Moody’s es de Ca y es la anteúltima nota en una escalera que contempla 21 posibilidades. Según explicó Reusch, el escenario actual de la firma estadounidense para Argentina contempla una pérdida esperada para los inversores de entre 35% y 65%.
No es el cepo, son las cuentas externas, según Moody’s
“Desde nuestro punto de vista, ¿qué limita la calificación de Argentina? No es el cepo sino lo ajustadas que están las cuentas externas”, expresó Reusche en su disertación. Y aclaró que “la idea de levantar el cepo es algo que complica esto, dado que tendríamos que ver una entrada de capitales no solo financieros, sino de inversión real”. Y resumió: “Esa es la parte que está cojeando un poco”.
Reusche aseguró que la economía no sufrió “tanto dolor” como se hubiese esperado ante la magnitud del ajuste fiscal y destacó que ya está empezando a repuntar. Precisamente, indicó, esto último trae problemas para las cuentas externas ya que implicaría un crecimiento en la demanda por importaciones.
El economista explicó que, debido a como están las cuentas externas, “la presión va a mantenerse, no solo el próximo año, sino también el siguiente año y el siguiente año”.
El ejecutivo de Moody’s advirtió que su equipo no está viendo una entrada significativa de capitales al país, por estar en un ámbito de controles de capital y controles de cambio. “Uno de los mecanismos que podría ayudar ahí sería una devaluación”, explicó.
Por otro lado, destacó que es necesario que ingresen al país capitales, no solo financieros, sino más bien “de economía real”.
Asimismo, indicó que el “atraso cambiario está restando competitividad en servicios y manufacturas, pero no necesariamente en el agro”. Y apuntó: “Hemos visto una apreciación del tipo de cambio paralelo por factores cíclicos, no estructurales. Si hubiese un debilitamiento del tipo de cambio no te ayuda en nada en la parte social, pero es un costo que vemos como parte de un ajuste global. Nos llamó la atención que no se vio más de ese ajuste tempranamente”.
El analista fue elogioso del ajuste fiscal que lleva a cabo el Gobierno argentino, pero en distintas partes de su alocución insistió: “Falta mucho por ajustar para darle sostenibilidad a las finanzas externas”.
Por último, analizó en qué contexto imagino que el Gobierno podría levantar el cepo, “Muy probablemente se dé en el primer trimestre, ya que después entramos en el ciclo electoral”, expresó.