Descubrieron artefactos mesopotámicos de 6.000 años de antigüedad vinculados al origen de la escritura

Arqueólogos hallaron una serie de sellos cilíndricos que ofrecen pistas sobre cómo las primeras formas de escritura cobraron vida

Ejemplo de sello cilíndrico (izquierda) y su dibujo impreso en arcilla (derecha) Franck Raux © 2001 GrandPalaisRmn (Musée du Louvre)

Ejemplo de sello cilíndrico (izquierda) y su dibujo impreso en arcilla (derecha) Franck Raux © 2001 GrandPalaisRmn (Musée du Louvre)



 

Fuente: infobae.com

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En el corazón de la antigua Mesopotamia, a orillas de los ríos Tigris y Éufrates, floreció la ciudad de Uruk, una de las primeras grandes urbes de la civilización humana. Allí, hace unos 6.000 años, surgió una sociedad compleja que no solo organizaba a miles de personas, sino que también fue testigo de uno de los avances más importantes para la humanidad: el paso de los símbolos a la escritura. La ciudad de Uruk fue un núcleo de innovación y desarrollo en la Edad de Bronce, y es en este contexto donde los arqueólogos han hallado una serie de sellos cilíndricos que ofrecen pistas sobre cómo las primeras formas de escritura cobraron vida.

Estos rollos o cilindros, descubiertos recientemente, no solo revelan la estructura organizativa y económica de Uruk, sino que también representan un paso crítico hacia los sistemas de comunicación escritos. Tallados con diseños específicos y utilizados para marcar tablillas de arcilla, estos cilindros servían para fines de contabilidad y administración. Según el estudio publicado en la revista Antiquity por un equipo de la Universidad de Bolonia, los diseños de estos sellos guardan una estrecha relación con los primeros signos protocuneiformes, uno de los sistemas de escritura más antiguos del mundo.

Características de los cilindros-sello

Los sellos cilíndricos hallados en Uruk, considerados claves para el sistema administrativo de la ciudad, eran piezas de piedra grabadas con elaborados diseños. Al ser rodados sobre tablillas de arcilla húmeda, estos cilindros estampaban figuras que dejaban un registro visible, como una impresión que se asemeja al uso de una prensa para galletas. Este mecanismo servía como una primitiva forma de control y contabilidad, ayudando a identificar y registrar distintos productos y transacciones.

El uso de estos sellos fue especialmente relevante a partir de mediados del cuarto milenio a.C., cuando comenzaron a emplearse para rastrear la producción, almacenamiento y distribución de bienes, en particular de productos agrícolas y textiles. Los diseños grabados en los cilindros variaban según el tipo de bien o transacción que representaban, lo que los convertía en herramientas eficaces para la administración de recursos en Uruk, una ciudad con gran influencia sobre la región, que se extendía desde el sudoeste de Irán hasta el sudeste de Turquía.

Relación con la escritura protocuneiforme

Fotografía de una tablilla protocuneiforme que muestra los signos que se analizan en el artículo CREDIT: Courtesy of CDLI – Cuneiform Digital Library Initiative

Fotografía de una tablilla protocuneiforme que muestra los signos que se analizan en el artículo CREDIT: Courtesy of CDLI – Cuneiform Digital Library Initiative

El sistema de contabilidad con sellos cilíndricos que se utilizaba en Uruk no solo facilitaba la administración de bienes, sino que también parece haber sido un precursor directo de la escritura protocuneiforme. Esta forma temprana de escritura surgió como una respuesta a la creciente necesidad de documentar transacciones y acuerdos, dado que la economía de Uruk se volvía cada vez más compleja. La escritura protocuneiforme, registrada mayormente en tablillas de arcilla en el sur de Irak, incluía cientos de signos pictográficos con funciones similares a las de los sellos cilíndricos, lo que refuerza su papel como antecesores directos de este sistema de escritura.

En su estudio, los arqueólogos de la Universidad de Bolonia observaron correspondencias gráficas y funcionales entre los diseños de los sellos y ciertos signos protocuneiformes. Por ejemplo, el símbolo protocuneiforme conocido como ZATU639, que representa un toro, guarda gran similitud tanto en forma como en contexto con una de las impresiones de toro hallada en los cilindros de Uruk. Estas correlaciones sugieren que los diseños de los sellos influyeron directamente en la creación de los primeros caracteres protocuneiformes, consolidando así la transición de simples imágenes a un sistema organizado de escritura que marcaría el inicio de la historia documentada en la región.

Importancia del estudio para la historia de la escritura

Diagramas de signos protocuneiformes y sus precursores en sellos prealfabetizados CREDIT: Courtesy of CDLI – Cuneiform Digital Library Initiative

Diagramas de signos protocuneiformes y sus precursores en sellos prealfabetizados CREDIT: Courtesy of CDLI – Cuneiform Digital Library Initiative

La investigación realizada por el equipo de la Universidad de Bolonia subraya cómo el análisis de estos sellos cilíndricos y sus grabados proporciona una visión única sobre la transición de los símbolos visuales a la escritura formal en la antigua Mesopotamia. Según la arqueóloga Silvia Ferrara, coautora del estudio, la invención de la escritura protocuneiforme significó el cambio entre la prehistoria y la historia, permitiendo a las sociedades documentar información y tomar control sobre su economía y sus recursos.

La escritura no solo representó un hito en la comunicación humana, sino que también demostró una notable evolución en las capacidades cognitivas de estas sociedades antiguas, marcando un antes y un después en su manera de organizar y transmitir el conocimiento. Comprender cómo y cuándo empezó este proceso permite a los arqueólogos profundizar en aspectos clave de la vida cotidiana de las civilizaciones antiguas y en la evolución de nuestra propia especie. Este estudio revela que los grabados en los sellos de Uruk desempeñaron un papel significativo en la configuración de uno de los primeros sistemas de escritura inventados, ilustrando cómo los elementos visuales de la prehistoria tardía se integraron en las primeras formas de escritura conocidas.

Implicancias futuras en la descodificación de la escritura protocuneiforme

Los hallazgos de los sellos cilíndricos en Uruk no solo ofrecen una nueva perspectiva sobre el origen de la escritura, sino que también abren posibilidades para avanzar en la descodificación de la escritura protocuneiforme, un sistema que aún encierra muchos misterios. Más de la mitad de los signos protocuneiformes siguen sin ser comprendidos, y la identificación de patrones entre estos signos y los diseños en los sellos podría arrojar luz sobre sus posibles significados.

El equipo de arqueólogos, liderado por Ferrara y sus colegas Kathryn Kelley y Mattia Cartolano, se centró en identificar diseños específicos de los sellos relacionados con la representación de bienes como textiles y cerámica. Estos diseños, evolucionados en la escritura protocuneiforme, permiten a los investigadores establecer vínculos entre las imágenes originales de los sellos y ciertos caracteres protocuneiformes. Tal como explica el equipo, estos paralelismos no solo confirman la influencia de los cilindros-sello en la creación de los primeros signos escritos, sino que también ofrecen pistas fundamentales para interpretar signos protocuneiformes que aún permanecen sin descifrar. Esta línea de investigación, de continuar avanzando, podría facilitar la comprensión de la escritura y cultura de una de las primeras civilizaciones humanas.