Fuente: El País.bo
En septiembre, cuando decidió frenar la marcha en el puente de la Cervecería de La Paz y retornar al Chapare a sembrar tambaquí, algunos analistas creyeron que se trataba de un gesto de altura y que con él se abría una posibilidad inédita de reconciliación en el Movimiento Al Socialismo. Fue un espejismo, unos días después rodó la cabeza del ministro de Justicia Iván Lima, pero en su despedida ya advirtió que se venía la aprehensión de Morales por los delitos sexuales denunciados durante la efímera gestión de Jeanine Áñez y guardados convenientemente en el cajón.
Su equipo logró parar la primera orden con un movimiento que descabezó a varias fichas del evismo en la Fiscalía, tanto en Tarija como en la General. Reaccionó con furia y sus bases orquestaron un bloqueo en el corazón del país que coincidió en el tiempo con los nuevos problemas de abastecimiento de diesel y gasolina, lo que le sirvió en bandeja de plata una excusa al Gobierno para explicar la situación.
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Para el día de Todos Santos la paciencia ciudadana estaba al límite y los precios al alza. El ministerio de Gobierno trazó un plan milimétrico para iniciar el desbloqueo con bono policial pero sin decreto militar. el objetivo era claro: ni un muerto en la operación. Morales pidió entonces a sus bases desmovilizarse mientras él asumía una huelga de hambre exigiendo un diálogo en dos mesas, una política y otra judicial, que esencialmente le autorizara a ser candidato.
Que las bases desconocieran el pedido de Morales desconcertó a los ciudadanos y al propio Morales, que no tardó en darse cuenta de que su huelga de hambre no lograría una oleada de respaldo como el reciente “intento de asesinato” denunciado hace tres domingos. La gente, y los amigos internacionales, habían leído.
Pidió que levantaran los bloqueos, se supone, para facilitar la reelección de su supuesto alfil, Andrónico Rodríguez, al frente del Senado y levantó su huelga de hambre cuando el gobierno convocó tres mesas de trabajo. Ni bien fue elegido, Andrónico volvió a figurar como el más firme aspirante del MAS a ser candidato en 2025 y él se dejó querer por todas las radios y televisiones, incluyendo el No Mentirás de Pomacusi y Antelo, donde se presentó como la tercera vía haciendo alarde de su “independencia”.
En paralelo, las mesas de diálogo se autodisolvieron para enojo de la delegación evista.
En la tarde le llegó la resolución (auto aclaratorio) del prorrogado TCP que, en otro alarde interpretativo prohíbe expresamente la reelección discontinua poniéndole tal vez la última punta en el ataúd político de Evo Morales.
Al evismo le quedan pocas fuerzas fuera del Chapare y pocas dentro. En el último escenario de agotamiento declarado, Luis Fernando Camacho fue aprehendido y llevado a Chonchocoro. El contexto es peligrosamente parecido. Hoy en ampliado tendremos la respuesta.
Fuente: El País.bo