Un temblor moderado se registró en el área de Riverside activando monitoreos de seguridad y recordando la necesidad de preparación ante futuros eventos mayores.
Fuente: Infobae
Maricielo Grados Córdova
Un sismo de magnitud 3,5 se registró el domingo en la tarde en el área desértica del condado de Riverside, California, sin reportes de daños materiales ni personas lesionadas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El temblor ocurrió a las 13:53 hora local, a unos 20 kilómetros al sureste de Desert Center, un área remota que se encuentra a medio camino entre las ciudades de Palm Springs y Blythe, informó el USGS. El epicentro estuvo a unos 59 kilómetros al oeste-noroeste de Twentynine Palms, una comunidad cercana a la base de los Marines de EE.UU. en el Parque Nacional Joshua Tree.
De acuerdo con el USGS, el temblor se originó a una profundidad aproximada de 8 kilómetros bajo la superficie, lo cual clasifica al evento como un sismo somero. Los temblores de esta categoría, según los expertos, suelen ser percibidos con mayor intensidad en áreas cercanas al epicentro en comparación con aquellos de origen más profundo, ya que la energía liberada es menos atenuada. Aunque los sismos de magnitud 3,5 suelen ser menores y raramente causan destrucción, pueden ser sentidos por personas y generar alarma en regiones habitadas. Según el Instituto de Investigación Sísmica de California, estos eventos recuerdan la importancia de estar preparados y seguir los protocolos de seguridad, especialmente en áreas propensas a la actividad sísmica.
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La Red Sísmica de California también detectó el sismo de Desert Center y, aunque la magnitud fue leve, las autoridades destacaron que los habitantes de la región deben tener presentes medidas de seguridad en caso de réplicas o de futuros eventos de mayor magnitud. A pesar de la ausencia de informes de daños, las recomendaciones del Departamento de Seguridad Pública de California enfatizan que durante un sismo es aconsejable buscar refugio en áreas seguras, como debajo de mesas o marcos de puertas firmes, para evitar accidentes provocados por la caída de objetos. El organismo también aconseja a las personas que se encuentren al aire libre alejarse de construcciones y estructuras elevadas.
La región donde ocurrió el temblor es un área sísmicamente activa debido a su cercanía a varias fallas geológicas, incluyendo la famosa Falla de San Andrés, la cual se extiende por gran parte de California y tiene un largo historial de actividad tectónica. La Falla de San Andrés, según el Servicio Geológico de California, representa una amenaza constante para la región, lo que incrementa la importancia de mantener monitoreos continuos y planes de respuesta. Expertos en sismología del USGS también señalan que la actividad sísmica de baja intensidad es común en el estado y forma parte de la liberación de tensiones en la corteza terrestre, un proceso natural que ocurre continuamente en esta zona.
El USGS realiza un seguimiento en tiempo real de la actividad sísmica a nivel nacional y, tras eventos como el de Desert Center, suele evaluar la posibilidad de réplicas. Según los datos de su red de sensores, el sismo de magnitud 3,5 es considerado de bajo impacto y hasta el momento no ha generado réplicas significativas. Sin embargo, el USGS sugiere a las comunidades cercanas mantenerse alerta y repasar sus planes de emergencia familiar, además de abastecerse con kits de supervivencia que incluyan agua, alimentos no perecederos y elementos básicos como linternas y botiquines.