El jefe del organismo, Rafael Grossi, viajará a Teherán para revisar temas pendientes con el régimen.
Fuente: Infobae
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió el martes que el margen de maniobra en relación al programa nuclear iraní empieza a “reducirse”, en la previa de un importante viaje a Irán.
“La administración iraní debe entender que la situación internacional está volviéndose cada vez más tensa y que los márgenes de maniobra empiezan a reducirse, y que es imperativo encontrar vías para alcanzar soluciones diplomáticas”, declaró Rafael Grossi en una entrevista con la agencia de noticias AFP en la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán.
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En los últimos años, Teherán ha reducido su cooperación con el OIEA y ha aumentado significativamente su programa nuclear.
El OIEA “trabaja en Irán […] pero siempre he dicho que se necesita más transparencia. Necesitamos ver más. Dada la amplitud, profundidad y ambición del programa iraní, es necesario encontrar maneras de dar a la agencia más visibilidad”, subrayó.
Su visita a Irán se produce una semana después de la victoria del republicano Donald Trump en las presidenciales estadounidenses.
“Ya trabajé con la primera administración Trump y trabajamos bien”, aseguró el jefe del OIEA, respecto de los comicios norteamericanos.
Durante el primer mandato de Trump (2017-2021), Estados Unidos se retiró en 2018 de un acuerdo internacional destinado a regular las actividades nucleares de Irán a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales.
Este acuerdo fue firmado en 2015 entre Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. Todos los intentos por reactivarlo en los últimos años han fracasado.
“Es un cascarón vacío”, admitió Grossi.
Desde entonces, el programa nuclear iraní ha continuado creciendo, incluso si Teherán niega querer dotarse de la bomba atómica.
Según el OIEA, la República Islámica ha aumentado significativamente su programa nuclear, en particular, con la acumulación de grandes reservas de uranio enriquecido al 60%, no muy lejos del 90% necesario para desarrollar la bomba atómica.
Pero desde la elección en julio del presidente reformista Masud Pezeshkian, Teherán se ha mostrado dispuesto a reanudar las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear.
La última visita de Grossi a Irán se remonta a mayo, cuando instó a tomar medidas “concretas” para ayudar a reforzar la cooperación sobre el programa nuclear iraní, en una rueda de prensa en la provincia de Isfahán, en el centro, donde se encuentra la fábrica de enriquecimiento de uranio de Natanz.
El pasado 9 de septiembre Grossi criticó la falta de progresos en la investigación para asegurar que el programa nuclear iraní no tiene ni ha tenido objetivos militares.
“Mi idea es intentar que la cooperación funcione ahora y dar pasos para que podamos tener cierta claridad, que es muy necesaria”, dijo entonces Grossi.
El OIEA lleva años tratando de aclarar el origen de trazas no naturales de uranio detectadas en tres localizaciones que Irán nunca declaró como parte de su programa atómico.
(Con información de AFP y EFE)