El 31 de mayo no es un día cualquiera: es el Día Mundial sin Tabaco. ¿Y qué mejor que esta fecha para abandonar este pésimo hábito? Ahora bien, todos sabemos que desterrar al cigarrillo de nuestras vidas es difícil –pero no imposible. Así que colócate bien las gafas y lee con atención: he aquí los beneficios de dejar de fumar.
Mejor vida sexual
Dejar de fumar incrementa el flujo sanguíneo de todo el cuerpo. Esto se traduce en una mayor sensibilidad ante los estímulos y, consiguientemente, en una mejor respuesta sexual. Los hombres consiguen mejores erecciones y las mujeres se excitan y llegan al orgasmo con mayor facilidad. Por si esto fuera poco, se ha descubierto que los no fumadores son tres veces más atractivos para el sexo opuesto que las personas que fuman.
Piel más atractiva
Cuando nos liberamos de la nicotina, la sangre transporta más oxígeno y nutrientes hacia las células de todo el organismo, incluidas las de la piel. Como consecuencia, esta recobra su suavidad y luminosidad y se libera de la amenaza de arrugas, todo lo que sin duda vuelve a la piel mucho más atractiva y joven.
Dientes más blancos
Las manchas en los dientes son uno de los síntomas visibles del tabaquismo. Pues bien, si se deja de fumar la dentadura recupera su color blanco natural. Además, el mal aliento desaparece y la boca se torna más resistente a enfermedades en encías y la caída de los dientes, entre otros problemas.
Mejor respiración
Con tan solo 9 meses sin cigarrillo, la capacidad pulmonar mejora en un 10%. Si una persona deja de fumar respirará mucho mejor y toserá menos. Si tienes entre 20 y 30 años quizás no seas tan consciente de la disminución de tu capacidad pulmonar, pero con los años esta puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
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Vida más larga
Pero dejar de fumar no solo incide en la calidad de vida, sino también en la cantidad. Se estima que al menos el 50% de los fumadores mueren antes debido a enfermedades provocadas por el tabaquismo, como el cáncer de pulmón, la bronquitis o enfermedades cardíacas. Lo bueno es que nunca es tarde para dejar de fumar. Si abandonas el cigarrillo a los 30 años, estarás añadiendo 10 años a tu vida. Si dejas de fumar a los 60 años, tres.
Menos estrés
Está demostrado que abandonar el cigarrillo reduce el estrés. Si bien erróneamente se cree que este hábito ayuda a calmar la ansiedad, en realidad es solo un efecto temporario. Cuando se deja de fumar, la sangre transporta más oxígeno hacia el cerebro y hacia todo el cuerpo, lo que aumenta la capacidad de concentración y el bienestar mental-emocional.
Mejor olfato y gusto
Por sus múltiples componentes tóxicos, el cigarrillo distorsiona los sentidos del olfato y gusto. Por ello, cuando lo dejamos recobramos la capacidad de reconocer el sabor y los aromas.
Más energía
Entre las 2 y 12 semanas de haber dejado de fumar, el cuerpo ya siente los beneficios de una mejor circulación sanguínea. Esta se traduce, inevitablemente, en una mayor vitalidad para realizar todo tipo de actividades. La abundancia de energía también fortalece al sistema inmune y aumenta las defensas contra la gripe y los resfriados.
Protección a seres queridos
El solo hecho de convivir o rodearse con personas que fuman aumenta el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas y cardiovasculares. Ser fumador pasivo es muy peligroso para los niños, pues tienen más posibilidades de padecer neumonías, laringitis, bronquitis, infecciones en el oído, asma y respiración sibilante. Tenlo muy en cuenta: dejar de fumar es beneficioso para tu salud y también para la de tus familiares y amigos no fumadores.
Más dinero
Pues sí, ser fumador es un derroche de dinero. ¿Has calculado cuánto gastas en cigarrillos por mes? ¿Has pensado todo lo que podrías ahorrar o comprar con ese dinero mal invertido?
Cuántos beneficios tiene dejar de fumar, ¿verdad? Así que ízalos como tu estandarte y emprende la desafiante tarea de alcanzar una mejor calidad y una mayor cantidad de vida: tú lo mereces.
Fuente: www.imujer.com