Un lateral ejecutado de forma indebida por Marvin Bejarano, que culminó en el gol del empate de Wilstermann, generó reclamos, empujones y polémica en el empate 2-2 frente a Oriente Petrolero.
Martin Suarez Vargas
Fuente: Red Uno
La noche del jueves, en el estadio Félix Capriles de Cochabamba, Wilstermann y Oriente Petrolero protagonizaron un partido cargado de tensión y controversias por la fecha 23 del Torneo Clausura. En el minuto 100, Marvin Bejarano ejecutó un lateral que derivó en el gol del empate 2-2 marcado por el paraguayo Héctor Bobadilla.
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Sin embargo, el lateral fue cuestionado debido a que las imágenes de la transmisión mostraron que Bejarano ingresó con el pie izquierdo dentro del campo al momento del lanzamiento, algo que, según las reglas, debió ser sancionado.
El gol, que fue celebrado efusivamente por Bobadilla con un grito dirigido al arquero Wilson Quiñónez Torres, encendió los ánimos en los jugadores de Oriente Petrolero, quienes reclamaron airadamente al árbitro Edson Canedo. El momento derivó en una trifulca con manotazos y empujones entre jugadores de ambos equipos. Pese a las protestas, Canedo no revisó la jugada en el VAR y convalidó el tanto.
La decisión dejó a los jugadores y al cuerpo técnico de Oriente Petrolero visiblemente molestos, pues consideran que la ejecución irregular del lateral influyó directamente en el resultado final. El encuentro concluyó con el marcador igualado 2-2, dejando un sabor amargo para los albiverdes y encendiendo el debate sobre el uso y la correcta aplicación del VAR en el fútbol boliviano.