La víctima, de 36 años, se despidió de su padre y salió a trabajar la noche del jueves 21 de noviembre, pero no regresó a su hogar. Su familia exige la captura de los autores.
Fuente: Opinión
El velorio de Juan Carlos Gonzáles Rodríguez, el taxista asesinado, se convirtió en un espacio de dolor y clamor por justicia. Tenía 36 años y vivía con su padre, un adulto mayor, en la zona de Entre Ríos, en Sacaba, quien se encuentra profundamente afectado por la trágica pérdida. La noche del 21 de noviembre salió a trabajar y, lo último que se supo de él, fue que aguardaba a dos pasajeros cerca de la parada de Palca, la madrugada del 22. Su cuerpo fue hallado una semana después, tras intensas labores de búsqueda.
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El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba, Freddy Medinacelli, informó que las investigaciones continúan y que se está realizando un trabajo exhaustivo, que incluye la revisión de cámaras de vigilancia, con el fin de identificar a los responsables del asesinato.
“Se ha identificado el primer punto de contacto, cuando dos personas abordaron el taxi. Luego, se registra el segundo punto, donde subió un tercer hombre, quien terminó conduciendo el vehículo, además del lugar donde encontraron el vehículo y el punto donde abandonaron el cuerpo”, detalló Medinacelli.
El jefe policial añadió que el cadáver de Juan Carlos fue encontrado el viernes 29 de noviembre, alrededor de las 16:30, en una quebrada en el camino a Santivañez, a unos 20 a 25 metros de profundidad. Tras el hallazgo, se procedió al levantamiento del cuerpo por parte del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) y el laboratorio técnico y científico de la FELCC.
Medinacelli comentó que el cuerpo de la víctima presentaba puñaladas en el tórax y abdomen. La Policía mantiene la hipótesis de que el crimen fue motivado por el robo del vehículo. Juan Carlos había salido a trabajar la noche del 21 de noviembre, y al día siguiente, en la mañana, los comunarios encontraron el taxi de la víctima en Parotani, incendiándose. Lograron apagar las llamas con tierra
Un vecino de la zona relató a un familiar que, antes de este descubrimiento, un joven se le acercó buscando gasolina. El testigo también observó que la persona tenía manchas rojizas en el rostro y en su ropa, aunque no sospechó que pudiera estar involucrado en un crimen. Cuando los pobladores apagaron el fuego en el vehículo, vieron alejarse a dos jóvenes por el cerro.
A raíz de estos hechos, la Policía considera que los delincuentes abandonaron el vehículo al quedarse sin combustible. Las investigaciones continúan mientras la familia de Juan Carlos prepara su despedida, prevista para hoy.
Durante esa semana, la Policía realizó siete intensas jornadas de búsqueda: cuatro en el Valle Bajo y tres en Sacaba.
Juan Carlos era el menor de ocho hermanos. Estudió Electromecánica y realizaba trabajos relacionados con su profesión, pero también trabajaba como taxista. Tanto su familia, como sus compañeros de trabajo, amigos y vecinos, exigen justicia.
Fuente: Opinión