Fuente: https://www.dw.com
El gobernante Partido Social Demócrata (PSD) ganó este domingo (01.12.2024) las elecciones parlamentarias de Rumanía como parte de las fuerzas europeístas, sumando en conjunto cerca del 57 %, cuando se han escrutado el 91 % de las papeletas.
El PSD obtuvo el 23,8 % de los votos, seguido de la ultranacionalista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR) que quedó en segundo lugar con el 17,8 % de los votos, en tercer lugar el gobernante Partido Nacional Liberal (PNL, de centroderecha), con alrededor del 14,6 %, y en cuarta posición se situa la formación nacionalista de centro Unión Salvar Rumanía (USR), con el 11,2 %.
También entran en el Parlamento -tras superar la barrera del 5 %- las formaciones ultraderechistas S.O.S. Rumanía, con un 7,2 %. y el Partido de los Jóvenes, con el 5,8 %. La formación de la minoría húngara, Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR), logra un 6,9 %.
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El bloque europeísta -PSD, PNL, USR y UDMR- suma con el recuento actual cerca del 57 %, mientras que las formaciones ultranacionalistas cuentan con menos del 31 %.
Los analistas preveían un aumento del apoyo a opciones ultras en Rumanía -país miembro de la OTAN y la Unión Europea (UE)- tras la inesperada victoria del prorruso Calin Georgescu en las presidenciales de hace una semana, cuando obtuvo casi el 23 % de los votos.
Las dos formaciones que han dominado la política rumana en las últimas décadas y que gobiernan en una gran coalición desde 2021, el PSD y el PNL, han encajado importantes pérdidas de apoyos.
El PSD pierde algo menos de cinco puntos porcentuales respecto a las pasadas legislativas de 2020, mientras que el PNL acumula una caída de más de diez puntos.
El control del Parlamento será un objetivo clave para las fuerzas europeístas como contrapeso ante Georgescu en caso de que llegue a la presidencia.
«Los rumanos salieron a votar y demostraron lo sólida que es la democracia en Rumanía. El PSD es la principal fuerza política de Rumanía», declaró el primer ministro socialdemócrata, Marcel Ciolacu, que dimitió hace una semana como líder de la formación por no lograr llegar a la segunda vuelta presidencial cuando partía como favorito.
El líder del PSD, cuyos votantes son sobre todo de zonas rurales, agregó: «Creo que todos debemos mirar cuidadosamente el resultado de hoy. Es una señal importante que los rumanos enviaron a la clase política. Sigamos desarrollando el país con dinero europeo, pero protejamos nuestra identidad, nuestros valores nacionales y nuestra fe».
La formación que más ha crecido es AUR, que doblaría su porcentaje desde el 9 % de 2020 hasta casi 18 %. La participación, con el 52,5 %, ha sido la más alta en unas legislativas desde 2004.
Descontento popular ante la corrupción
El líder de AUR, George Simion, había prometido que si llega al poder suspenderá la ayuda militar a Ucrania y, con una retórica similar a la del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, asegura que quiere la «paz» y una «tregua» en el conflicto desatado por la invasión rusa.
El político se presenta como un defensor de los valores tradicionales y los «verdaderos rumanos», con una retórica que mezcla aspectos nacionalistas, irredentistas, religiosos y populistas.
Simion apoya a Georgescu en la segunda vuelta de las presidenciales.
El ascenso de las fuerzas ultranacionalistas refleja el descontento popular ante la corrupción, la pobreza y la gestión de los partidos dominantes, PSD y PNL.
En 2023, un tercio de los rumanos estaban en riesgo de pobreza, y el ingreso medio anual seguía siendo menos de un tercio (alrededor de 6.500 euros) del promedio de la UE, según Eurostat.
Además, la inflación, que el año pasado fue del 10 % y este año se prevé de un 5 %, es mucho mayor en alimentos básicos, que son un 50 % más caros que antes de la pandemia, según datos oficiales.
Estas legislativas han quedado ensombrecidas por una semana de alto voltaje en la política rumana, primero por la sorpresiva victoria de Georgescu y después por el recuento de todos los votos de las presidenciales ordenado por el Tribunal Constitucional debido a las sospechas de fraude.
Este lunes el Tribunal Constitucional decide si valida o anula los resultados de la primera vuelta presidencial.
Apenas conocido, Georgescu, apoyado por una sofisticada estrategia en TikTok que alcanzó cientos de millones de visualizaciones, declaró no haber gastado fondos en su campaña, lo que levantó sospechas de financiación ilegal e interferencias extranjeras.
Rumanía, hasta ahora un bastión de estabilidad en la región del Mar Negro y un aliado clave de la OTAN en la ayuda occidental a Ucrania, se encuentra ahora sumida en una inédita situación de incertidumbre política.
El jefe del Estado es el responsable de designar a un primer ministro encargado de formar gobierno una vez que las dos cámaras se hayan constituido y elijan a sus presidentes.
Aunque el presidente tiene poderes limitados, cuenta con atribuciones en seguridad, política exterior -representa al país en el Consejo de la UE- y marca tiempos políticos.
mg (efe, reuters)