Mohammad Reza Nouri fue imputado en el tribunal federal de Manhattan por la ejecución de Stephen Troell en 2022
Soldados de la Guardia Revolucionaria de Irán (Reuters/Archivo)
Fuente: infobae.com
Un oficial iraní acusado del asesinato en 2022 de un estadounidense en Irak fue imputado en Nueva York por delitos federales de asesinato y terrorismo, anunciaron las autoridades el viernes.
Las autoridades federales en la ciudad de Nueva York dijeron que Mohammad Reza Nouri, capitán de la paramilitar Guardia Revolucionaria de Irán, ha sido acusado en el tribunal federal de Manhattan de múltiples cargos relacionados con terrorismo y asesinato que conllevan una posible pena de cadena perpetua. Al menos uno de los cargos podría resultar en una sentencia de muerte.
Nouri, de 36 años, está detenido desde marzo de 2023 en Irak, donde ya ha sido condenado por un tribunal iraquí por su papel en el asesinato de Stephen Troell, dijeron las autoridades.
Troell, originario de Tennessee, fue asesinado en su automóvil por asaltantes desconocidos cuando se detuvo en la calle donde vivía con su familia en el distrito central de Karrada en Bagdad. Trabajaba para Global English Institute, una escuela de idiomas en el barrio de Harthiya en Bagdad, que operaba bajo los auspicios de la organización no gubernamental con sede en Texas, Millennium Relief and Development Services.
Fue un asesinato poco común de un extranjero en Irak, donde las condiciones de seguridad han mejorado en los últimos años.
El fiscal interino Edward Y. Kim dijo en un comunicado que Nouri orquestó el asesinato de Troell en Bagdad en noviembre de 2022.
“Se alega que Nouri recopiló inteligencia sobre la rutina diaria y el paradero de Troell, consiguió armas y vehículos, y proporcionó refugio a los operativos que llevaron a cabo el siniestro complot para atacar brutalmente a Troell frente a su esposa”, dijo Kim.
El fiscal dijo que “el régimen iraní está activamente apuntando a ciudadanos estadounidenses, como Troell, que viven en países de todo el mundo para secuestrarlos y ejecutarlos tanto para reprimir y silenciar a disidentes críticos del régimen como para vengarse” por la muerte de Qassem Soleimani, un líder militar iraní asesinado por un ataque de un dron estadounidense en enero de 2020.
Manifestantes ondean banderas iraníes y palestinas mientras uno de ellos sostiene un cartel con la imagen del fallecido general de la Guardia Revolucionaria Iraní Qassem Soleimani en Teherán el lunes 1 de abril de 2024 (AP Foto/Vahid Salemi)
En los documentos judiciales, el gobierno estadounidense afirma que Nouri celebró el asesinato con un cómplice el día del ataque y dejó Irak rumbo a Irán la noche del crimen. Se dijo que poco antes de dejar Bagdad, Nouri visitó un sitio religioso asociado con el luto por la muerte de Soleimani.
El secretario de Justicia Merrick B. Garland dijo en el comunicado que el Departamento de Justicia “no tolerará que terroristas y regímenes autoritarios apunten y asesinen a estadounidenses en cualquier parte del mundo”.
El mes pasado, el Departamento de Justicia reveló un complot iraní para matar al presidente electo Donald Trump, diciendo que un hombre había sido encargado por un funcionario del gobierno iraní antes de la elección con planear el asesinato.
Esmail Baghaei, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán en Teherán, rechazó el informe, calificándolo de un complot de círculos vinculados a Israel para complicar más las relaciones entre Irán y Estados Unidos, informó la agencia oficial de noticias IRNA. Dijo que acusaciones similares en el pasado fueron rechazadas por Irán ya que su “erroneidad” fue probada.