Comenzó la cosecha de uvas en los valles de Santa Cruz y los productores se preparan para producir vino con cepas de alta calidad.
Fuad Landívar
Fuente: eldeber.com.bo
Con un vibrante espíritu festivo y la promesa de posicionar los vinos cruceños a nivel nacional e internacional, los productores vitivinícolas de Samaipata celebraron la segunda versión del Festival de la Vendimia Cruceña.
Este evento, que reúne tradición, arte y sabor, marcó el inicio de la cosecha de la uva en los Valles cruceños, una labor que se extenderá durante los próximos dos meses.
El representante de los viticultores de Samaipata, Francisco Roig, destacó la importancia del festival como un espacio de encuentro y promoción.
“Este es el segundo festival que hacemos para celebrar el inicio de la vendimia. Hemos tenido eventos académicos, el tradicional pisado de uva, música, arte y mucha celebración. Este festival está creciendo, y nuevas bodegas pequeñas se han unido, así como productores de diferentes lugares como Pampa Grande, San Isidro y el Chaco cruceño”, señaló.
Además, resaltó el orgullo que representa para Santa Cruz y Bolivia el producir vinos premiados. “Los invitamos a esta fiesta de alegría a beber los vinos de Santa Cruz, que no solo destacan en la región, sino que ponen el nombre del país en alto”, afirmó Roig.
Carlos Sosa, productor y participante del festival, compartió su experiencia personal en este apasionante mundo.
“Esta es nuestra segunda participación en la vendimia y nuestra primera vez presentando los vinos de Labú, una marca en honor a mi abuelita. Trabajamos con variedades como Malbec,Tanát, Chiraz, Moscatel Alejandría y Marselán. Todo esto nació durante la pandemia, cuando decidí volver a mis raíces agronómicas. Los resultados están aquí”, expresó emocionado.
El festival no solo es una vitrina para el esfuerzo de los viticultores locales, sino también una oportunidad para fortalecer el turismo y la cultura de la región. Samaipata, conocida por su riqueza natural e histórica, se consolida como un destino clave para los amantes del vino y la tradición.
Los visitantes disfrutaron de dos días llenos de actividades que combinaron la magia de la vendimia con el sabor de los vinos cruceños, reafirmando que este evento, en solo dos años, ya se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario cultural de Santa Cruz.