El técnico de Vélez pidió licencia para asistir a un evento familiar, dejando a De Sábato en el banquillo, en una final que terminó con triunfo de Estudiantes por 3-0.
Martin Suarez Vargas
Fuente: Red Uno
En un hecho poco común en el fútbol argentino, Gustavo Quinteros, director técnico de Vélez Sarsfield, se ausentó de la final del Trofeo de Campeones para asistir al casamiento de su hija. El encuentro, que enfrentó a Vélez y Estudiantes, terminó con una contundente victoria de 3-0 para el equipo de La Plata, en un partido dirigido por Leandro De Sábato como técnico interino.
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Quinteros solicitó licencia al club antes del trascendental encuentro, explicando que en su carrera futbolística había dejado pasar momentos importantes con su familia y que esta vez no podía hacerlo de nuevo. La decisión fue respaldada por la dirigencia de Vélez, aunque generó división entre los hinchas: algunos valoraron la importancia del gesto familiar, mientras que otros cuestionaron la oportunidad de su ausencia en una final.
El partido, disputado con Estudiantes como rival, vio a Vélez falto de respuestas en el campo, permitiendo al equipo platense alzarse con el trofeo gracias a un dominio absoluto. A pesar del resultado, Quinteros no pasa desapercibido en su trayectoria reciente, ya que hace poco celebró un título con Vélez en el campeonato argentino, sumándolo a su lista de conquistas con equipos como Blooming, Oriente Petrolero, Colo Colo, entre otros en Sudamérica.
Este episodio marca un contraste entre los logros deportivos y las prioridades personales del técnico, abriendo un debate sobre el balance entre el fútbol y la vida familiar en el competitivo mundo deportivo.