El primer Ministro de Italia,Silvio Berlusconi, ni corto ni perezoso, este fin de semana ha protagonizado otro bochornoso escándalo con una mujer, en esta ocasión llamada Michelle Obama. Berlusconi no tuvo mejor idea que propinar una exagerada reverencia a la mujer del presidente norteamericano en el marco de la cumbre del G-20 para sorpresa de la propia Michelle y, por supuesto, de su marido que no entendía muy bien tanta reverencia a su señora. La cara de disgusto de Barack Obama ante el ademán del primer ministro italiano lo decía todo, más aún cuando la fama de conquistador de Berlusconi es ya la comidilla de toda la clase política internacional.
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