[Foto Redes sociales.] / El Batallón VI de Ingeniería Riosinho, ubicado en Pando.
Fuente: Unitel
Un juzgado de Cobija determinó la detención preventiva por tres meses en el penal de Villa Busch del teniente coronel Luis Fernando D. S. y del cabo Gabriel L. S. por el caso de violación que una subteniente denunció en un cuartel militar de esa capital.
El Ministerio Público presentó el jueves la imputación formal contra los sindicados del caso por el delito de violación y había solicitado seis meses de detención preventiva en la citada cárcel mientras avanzan las investigaciones.
El juez Elías Aramayo del juzgado de Instrucción Penal 3 Anticorrupción y Contra la Violencia de Mujeres valoró las pruebas presentadas por la Fiscalía y al final determinó reducir la medida preventiva a tres meses.
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La denuncia fue presentada el pasado 6 de enero ante la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), pero la presunta agresión sucedió el 20 de diciembre, según la víctima.
Las investigaciones se centran en el Batallón de Ingeniería VI Riosinho del Ejército.
El abogado de los dos sindicados ha defendido la inocencia de sus clientes y señaló que apelará la decisión puesto que consideró que se vulneraron sus derechos.
“En este caso, la Fiscalía cuenta con pruebas como el certificado médico forense que corrobora la agresión sexual, declaración de la víctima, actas de declaraciones de los testigos que estuvieron presentes en el día de los hechos, entre otros elementos que serán de relevancia para demostrar la autoría”, indicó el fiscal departamental de Pando, Freddy Durán.
Tercer implicado
Mientras se desarrollaba la audiencia, la Policía aprehendió al teniente Daniel E. A, el tercer implicado en el caso. El uniformado fue interceptado por los agentes en la localidad del Triángulo, a 50 minutos de Riberalta.
El sindicado se encontraba en un bus cuando fue detenido y pasó la noche en celdas policiales antes de ser trasladado a Cobija para enfrentar la Justicia, reportó la red UNITEL de Pando.
El caso
Según el fiscal departamental, la mujer “se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas con sus camaradas y en horas de la mañana despertó en la oficina de un coronel, echada en el sillón y tapada con un mantel azul. Además, (estaba) sin ropa interior y vio que uno de los sindicados estaba en un rincón sin polera, posteriormente, ella se fue a su vivienda donde empezó a sentir dolores”, reseña el boletín de la Fiscalía.
Según la denuncia de la familia, la joven fue obligada a participar en una ofrenda a la Pachamama. En ese ínterin, ingirió un vaso de bebida con alcohol y no recuerda nada más.
Días después, se enteró que la vejación estaba registrada en un video, lo que le generó un cuadro de depresión. Según la víctima, no presentó la denuncia tras el hecho por temor a las amenazas que había recibido de sus superiores.
Las Fuerzas Armadas anunciaron una investigación “transparente” y abrió un sumario militar para identificar a los responsables con el objetivo de sancionarlos.