El Gobierno rechazó la intención de los panaderos de subir el precio del pan de batalla de Bs 050 a 070 centavos, y argumenta que subvenciona toda la cadena de producción
Fuente: El Deber
En Bolivia, una persona consume al año 64 kilos de harina de trigo y de esa cantidad el 80% es en pan, según el Gobierno que también identificó a las ciudades de La Paz y El Alto como los mayores consumidores de pan.
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“El consumo per cápita de harina de trigo es de 64 kilogramos por persona al año y de esos 64 kilogramos el 80% es pan y el mayor consumidor está en el occidente. La Paz y El Alto son los mayores consumidores”, dijo el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles.
Con ese dato, Siles aseguró a los medios estatales que el Gobierno nacional garantiza la importación de harina de trigo con arancel cero hasta el 31 de agosto. Este beneficio es para el Estado y para el sector privado y tiene el objetivo de mantener el precio del pan de batalla a 050 centavos de boliviano y evitar el que suba el costo a 070 centavos, como anunciaron los panaderos.
Siles, argumentó que el Gobierno nacional ejecuta una cadena de subvención que favorece a los agricultores de trigo y también a los panificadores con la importación del 50% de harina para elaborar el pan de batalla.
“A través de Emapa se les da un fomento a los productores primarios (agricultores). Se entrega semilla certificada, fertilizantes, combustible a crédito para que produzcan más los productores primarios (agricultores) y hay un precio de fomento, una subvención que llega hasta el 15%. Nosotros (el Estado) pagamos 15% más del precio al productor primario”, explicó el funcionario a Bolivia Tv.
Agregó a continuación que cuando se produce trigo y se transforma en harina para hacer pan, el Gobierno también subvenciona el precio para entregar a los panaderos.
“La subvención es grande. En el mercado abierto el quintal de harina de trigo está en 250, 260 bolivianos. Nosotros, al panificador le estamos entregando entre 125 y 130 bolivianos. La subvención para el pan es fuerte”, aseguró Siles.
Pero esa subvención no alcanza para cubrir la demanda de harina para hacer pan de batalla porque Bolivia el año pasado no produjo ni el 50% de trigo que se necesita para la harina.
Según el Gobierno, la demanda de trigo por año es de 800 mil toneladas métricas y Bolivia produce la mitad de esa cantidad, según Siles. “En las mejores épocas hemos llegado a producir 420 mil (toneladas), es decir, un poquito más del 50%”, aseguró.
No obstante, el año pasado, la producción interna de trigo llegó “a duras penas a 295 mil toneladas, como productores”.
En ese escenario es que el Gobierno, siempre según Siles, “en conjunción con el aparato privado está realizando la importación de 60 mil toneladas métricas de trigo”.
Y este año la importación de trigo para el sector privado y público, con arancel cero, se extenderá hasta el 31 de agosto, como lo anunció días atrás el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca.
“El Gobierno nacional ha decidido diferir el gravamen arancelario a 0% dando vigencia hasta el 31 de agosto del año 2025. Con esta medida consideramos que el sector privado va a tener mejores condiciones para seguir abasteciendo con este producto y garantizar la producción de pan de batalla”, dijo Huanca.
A eso, el viceministro Siles informó que “está en proceso de importación las primeras 60 mil toneladas, entiendo que alrededor de mil toneladas están ingresando esta semana y van a ingresar por lo menos 1.000, 1200 toneladas por harina de trigo para cubrir la necesidad de los panificadores”.
Fuente: El Deber