Por: Luis Fernando Romero Torrejón
Pdte. Colegio Departamental de Economistas de Tarija
Ayer, 14 de enero, el INDEC ya publico sus estadísticas inflacionarias, con lo cual se puede hacer un resumido ranking de las economías más inflacionarias de la región.
Por obvias razones, Argentina es el país que presento la mayor inflación este pasado 2024, con una inflación acumulada y anual del 117,8%, y con una inflación mensual a diciembre de 2,7%, la 2da más alta de Latinoamérica y el Caribe.
En segundo lugar, se ubicó Venezuela, a la fecha no hay datos oficiales gubernamentales, pero el Observatorio Venezolano de Finanzas (OFV) ha determinado que la inflación en ese país fue del 85%, una cifra alentadora, ya que ha vuelto, después de muchos años a los 2 dígitos (inflación galopante).
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Al otro extremo de la tabla, tenemos a Panamá (solo se cuenta con datos a noviembre), que presentó una deflación del 0,3% durante el año pasado, luego viene El Salvador, cuya inflación anual del 2024 fue apenas del 0,29%, posteriormente sigue Ecuador, que, a pesar de las dificultades económicas, tuvo una inflación de un 0,53%.
En cuarto lugar, la economía menos inflacionaria de la región fue Costa Rica con un 0,84% registrado el año pasado. Se ha observado que los países de Centroamérica y el Caribe han presentado el 2024 una inflación modera a baja, en comparación con los demás países a la región.
Bolivia, en el 2024, se ha consolidado como la 3ra economía más inflacionaria de toda Latinoamérica y el Caribe, después de Argentina y Venezuela, con una inflación del 9,97% acumulada y anual, la cual fue la más elevada de los últimos 16 años.
La diferencia es que nuestro país tiene una inflación creciente y sostenida, a diferencia de los países citados, que han controlado de cierta manera su inflación y tienen mejores perspectivas a corto plazo para bajar las mismas. Por ejemplo, Argentina, con el gobierno de Milei, ha disminuido la inflación en un 80% durante su gestión.
Sin dudas el año 2024, a pesar que se evito la inflación galopante (2 dígitos), fue un año con una elevación de precios en la gran mayoría de los productos de la economía boliviana, sin importar si eran nacionales, extranjeros o de contrabando, todo subió.
Principalmente la falta de dólares y su alto precio en el mercado paralelo hizo que exista una gran presión inflacionaria y una perdida del poder adquisitivo de un 60% a finales del año pasado. La tendencia continuará en el 2025, mientras no se apliquen políticas severas de ajuste fiscal, principalmente.
Al igual que el año pasado, este año la inflación estará a la merced del contexto económico internacional y nacional, pero en un año muy politizado por las elecciones, donde el gobierno tendrá que decidir donde equilibrar la balanza, por ejemplo, con el tema del incremento salarial.