Confianza en la justicia cae al piso: Especialistas indican que la crisis judicial se convierte en crisis de la democracia


La crisis de la justicia no se ha resuelto con la elección de magistrados y la reforma del sistema continúa pendiente, coinciden especialistas en la materia, quienes además advierten que esta desconfianza de la gente en el Órgano Judicial está arrastrando a la democracia en su conjunto.

De izq a der, Carlos Alberto Goitia, Vivian Schwarz y Ramiro Orías. Foto: Captura

Fuente: Sumando Voces



La crisis de la justicia no se ha resuelto con la elección de magistrados y la reforma del sistema continúa pendiente, coinciden especialistas en la materia, quienes además advierten que esta desconfianza de la gente en el Órgano Judicial está arrastrando a la democracia en su conjunto.

Estas y otras percepciones fueron expuestas en un foro sobre los últimos 25 años de democracia, enfocado en el tema de la justicia, realizado hace pocos días en el programa Sumando Voces en Directo, del que participaron la socióloga Vivian Schwarz y los juristas Ramiro Orías y Carlos Alberto Goitia.

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En el foro, se exhibieron resultados de un estudio realizado por Ciudadanía, con datos del Barómetro de las Américas, en el que se establece que la confianza de los bolivianos en la justicia ha caído en el año 2023 hasta 20,7% y que en el 2024 se ha situado en 13%, es decir, prácticamente en el piso. Orías y Schwarz son coautores del estudio en el capítulo de justicia.

Si bien Orías considera que las recientes elecciones judiciales han significado “un avance en los objetivos democráticos del país”, expone la gravedad de la situación al indicar que la crisis de la justicia está arrastrando también a la democracia, porque el mismo estudio revela que un porcentaje de los consultados aprobaría una salida autoritaria o un golpe militar en caso de mucha corrupción o delincuencia.

“Ese es el grupo de ciudadanos que aprueba soluciones autoritarias, y esto es muy grave, porque la reforma judicial está desbordando la crisis judicial y está afectando la credibilidad de la institucionalidad democrática. Entonces, este efecto contagio de la crisis judicial en crisis democrática, creo que es una de sus peores expresiones”, señala Orías.

Vivian Schwarz, en cambio, no ve ningún cambio con las recientes elecciones judiciales, a las que califica de “pantomima” porque el mismo proceso electoral ha implicado una violación de la institucionalidad al no permitir que se vote por todos los magistrados.

La investigadora de Ciudadanía indica “que la gente está leyendo una promesa rota del sistema democrático, de que este sistema no hace justicia”. Explica que por eso es importante entender la satisfacción o insatisfacción de la gente en la justicia, ya que “la democracia es el único sistema de gobierno que promete justicia a sus ciudadanos como principio de ser iguales ante la ley”.

Carlos Alberto Goitia coincide con Schwarz en sentido de que “no va a cambiar absolutamente nada” con las elecciones judiciales y, por el contrario, la permanencia de los magistrados prorrogados y de los nuevos bajo el paraguas de los primeros, genera incertidumbre en torno a las elecciones generales tomando en cuenta las experiencias de Venezuela y Nicaragua “donde se ha utilizado el sistema de justicia para anular a contrincantes políticos”.

Los bajos niveles de confianza, señala Goitia, tienen que ver con que los gobiernos entran democráticamente al poder, pero terminan instrumentalizando el sistema de justicia, alejándolo de los problemas de la ciudadanía.

Falta de independencia

Según los datos a 2023, el 64,1% de los consultados consideraba que la justicia no es independiente, frente al 35,9% que decía que sí. Por otro lado, el 66,3% indicaba que los juicios a la oposición política son persecución política, mientras que sólo el 32,1% percibía una búsqueda de justicia.

Orías recuerda que diversos organismos internacionales coincidieron en sus informes sobre la justicia boliviana que falta independencia judicial de acuerdo a los estándares internacionales. Siguiendo esa lógica, indica que “la justicia constitucional se ha convertido el brazo jurídico del proceso de cambio y eso es muy  grave”, aunque se declara optimista respecto a los magistrados elegidos recientemente porque “como decía San Mateo en la Biblia, por sus obras los conoceréis”.

Goitia dice que, lejos de preocuparse por los problemas de la gente, el sistema político instrumentalizó la justicia para “eliminar a quienes se presentan como críticos, opositores” y para preservar sus privilegios.

Schwarz señala que, si bien es cierta la instrumentalización de la justicia, ésta “es solamente una dimensión pequeña de la tragedia” porque hay otros problemas que abarcan a una gran cantidad de gente, como los presos sin sentencia o las víctimas de feminicidio que no encuentran justicia, entre otros.

El poder del voto

¿Qué hacer ante esta situación? ¿Cómo recuperar la institucionalidad y la confianza de la gente en la justicia y en la democracia?

Ramiro Orías habla de la necesidad de un gran acuerdo político, pero a la vez dice que la gente tiene el poder del voto en sus manos y este año podrá elegir una opción que le ofrezca una verdadera reforma judicial.

Vivian Schwarz considera que las reformas requieren de “un compromiso de la sociedad civil y de las clase política”. Goitia refuerza que una de las fórmulas es el empoderamiento de la gente “para que sea protagonista de la reforma del sistema de justicia”.

Orías precisa que la participación de la sociedad civil debería realizarse a través de los canales institucionales establecidos en la Constitución, como el voto. “No existen las condiciones para una reforma estructural de la justicia con los actuales actores políticos e inclusive jurisdiccionales, pero es un año electoral y, en ese sentido, los ciudadanos esperamos que los actores políticos tengan una propuesta sustantiva de reforma de la justicia por la cual podamos votar”.

Puedes ver el programa completo aquí:

 


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