Viscarra criticó a la Cancillería boliviana por el mal manejo de este asunto y considera que la “diferencia ideológica” de los dos gobiernos no debería ser un obstáculo para una buena relación bilateral.
Fotografía de archivo de Javier Viscarra. Foto: gentileza
Fuente: Brújula Digital
Ante el anuncio de la construcción de una malla en la frontera con Argentina, diplomático y periodista Javier Viscarra, también columnista de Brújula Digital, considera que la “diferencia ideológica” de los dos gobiernos no debería ser un obstáculo para una buena relación bilateral.
Viscarra criticó a la Cancillería boliviana por el mal manejo de este asunto. Estas son las partes principales del diálogo que mantuvo con Brújula Digital.
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¿Cuál es la mirada diplomática sobre la construcción de la valla de unos 200 metros en territorio argentino?
Considero que el anuncio de la construcción de una valla en territorio soberano de Argentina, a 200 metros de la frontera, ha escalado a un innecesario tono de escándalo internacional, cuando debió resolverse a través del diálogo diplomático entre los dos países.
Toda acción de un gobierno en frontera se debe realizar en coordinación con la contraparte y aquí Argentina actuó en contra de toda norma de buena vecindad. Que su intención es combatir al narcotráfico que los inunda desde Bolivia, está bien, pero hay canales, hay formas y en diplomacia eso es fundamental.
Por su parte, la Cancillería de Bolivia también se precipitó. Publicó un comunicado expresando su preocupación por esta situación, cuando lo primero que debió hacer es acudir al diálogo y no solo mencionarlo en el comunicado. Y esto porque en el lenguaje diplomático, un comunicado público es una de las últimas fases cuando la comunicación no es suficiente.
¿No hay diálogo entre los dos países?
Seamos honestos. No hay un diálogo boliviano-argentino fluido porque el gobierno boliviano ha ideologizado el manejo de sus relaciones internacionales. Y en esto, obviamente hay una gran distancia entre el supuesto socialismo del siglo XXI del gobierno boliviano y la libertad que proclama el gobierno argentino. ¡Pero esto es un absurdo!
La diferencia ideológica de los dos países no debería ser un obstáculo para una buena relación bilateral.
¿Cómo debió tratarse el caso?
En lo práctico, la solución a los problemas migratorios, aduaneros, comercio y narcotráfico entre muchos otros se atiende a través de los Comités de Frontera que se reúnen periódicamente. Pero entre medio el diálogo debe ser una constante, para eso la tecnología hoy nos brinda tantas facilidades.
Bolivia no puede enterarse de la construcción de una valla a través de los medios u otra vía. Peor aún, cuando lo de la valla de 200 metros dentro de territorio argentino es apenas la punta del iceberg. Argentina ha desplegado un intenso programa de control de su frontera denominado “Plan Güemes” con la participación de unos 300 efectivos uniformados, drones, helicópteros y otras herramientas para controlar su frontera norte.
¿Cómo podía enterarse la Cancillería boliviana si Argentina no informó oficialmente?
La pregunta debe ser, ¿dónde estaban los diplomáticos bolivianos en Argentina? Su tarea central es enterarse de lo que hace el país donde prestan sus servicios, sobre todo si eso interesa a Bolivia. Para eso reciben su salario. Y eso solo se logra ejerciendo diplomacia pura y siempre. En Buenos Aires hubo falencia y en Salta el consulado de Bolivia está de adorno. Este plan argentino no se ha desplegado de la noche a la mañana.
¿Esto afecta la imagen boliviana en el exterior?
Sí, como imagen internacional Bolivia no queda muy bien parada. Milei ha felicitado a las autoridades de la Gobernación en Salta por el despliegue destinado a controlar el narcotráfico. Y nosotros salimos a protestar por la construcción de la valla que busca impedir el libre tránsito de acciones ilícitas, principalmente del narcotráfico. ¿Qué estamos defendiendo?
Aquí el contenido parece más importante que el lenguaje diplomático que pasa a otra parte. Argentina busca controlar el narcotráfico que viene desde Bolivia y nuestras autoridades reclaman por la valla, pero Bolivia ha instalado una malla similar en la frontera con Chile, que después se vio obligada a retirar.
Desafortunadamente ahora el comunicado ya está precipitadamente emitido, cuando los caminos eran otros. Si pecamos por la ineficiencia de nuestros agentes diplomáticos destinados en Argentina, pues busquemos un diálogo directo. Si no es posible en Buenos Aires o Salta, debió convocarse al embajador argentino para una explicación y no emitir un comunicado además pesimamente redactado.
BD/RPU